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Jose María Latorre, tal vez uno de los mejores y más exigentes críticos cinematográficos españoles, escribió en cierta ocasión que en una ennumeración personal de sus películas favoritas de aventuras de toda la historia del cine, jamás aparecería The Adventures Of Robin Hood (Curtiz-Keighley,1938). Basaba su criterio en la siguiente descripción :"...Robin de los bosques carece de espíritu aventurero, es larga y tediosa, aburre más que gusta-no digo ya interesa, sería pedir demasiado-y no constituye más que un monótono ensamblaje de lugares comunes, falso humor, vociferantes sentimientos de pacotilla, virilidad tabernaria y de peleas filmadas, (a excepción de la última, entre Errol Flynn y Basil Rathbone) con tan poca gracia como un hipopótamo bailando Las Sílfides".
Sin llegar al nivel de crítica de Latorre, un gran maestro de la opinión; es cierto que The Adventures Of Robin Hood ha pasado a la historia supravalorada por quienes la consideran algo más que un film peculiar. A ello contribuye en gran medida, la innegable vitalidad del actor tasmano Errol Flynn, que construye un personaje legendario que a día de hoy no ha podido ser superado pese a los ridículos intentos de Kevin Costner (Kevin Reynolds,1991) y Patrick Bergin (John Irvin,1991). Veremos que sucede con Russell Crowe en el film que Ridley Scott estrenará durante 2010.
Salvando tal ingrediente el resto de la película, y con la única excepción que menciona Latorre, el duelo final entre Robin y Sir Guy of Gisbourne; merece varios tirones de orejas por su ritmo poco locuaz, su sentimentalismo forzado y un más que evidente legado del cine mudo que se deja ver cada vez que los actores inician una escena de acción. El desenlace de The Adventures Of Robin Hood es la gota que colma el vaso de la paciencia, cuando aparece inacabado, ramplón, cómo si se hubiera efectuado contra el reloj sin tiempo para el lucimiento.
Olivia de Havilland, algo frecuente en esta actriz melosa hasta el almíbar; construye una Lady Marian pusilánime, tan frágil que resulta insustancial.
En todo caso sólo sirve para imaginar hasta la eternidad al auténtico Robin de los bosques cinematográfico, un Errol Flynn golfo y convincente, características por otra parte inseparables de la gran personalidad del actor australiano.
Galardonada con tres Oscar de Hollywood en 1939 (dirección artística, música y montaje). Rodada integramente en California.
THE ADVENTURES OF ROBIN HOOD (1938). Dirección : Michael Curtiz y William Keighley. Guión : Seton I. Miller, Norman Reilly Raine y Rowland Leigh. Música : Erich Wolfgang Korngold. Montaje : Ralph Dawson. Fotografía : Sol Polito y Tony Gaudio. Drección artística : Carl Jules Weyl. Intérpretes : Errol Flynn, Olivia De Havilland, Basil Rathbone, Claude Rains, Eugene Pallette, Alan Hale, Patric Knowles, Ian Hunter, Una O´Connor, Melville Cooper y Herbert Mundin. 102´Color. EE.UU. Warner Bros Pictures.
Fotografía : el Robin Hood eterno, Errol Flynn; en una escena de la película.