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viernes, 17 de abril de 2009

THE MIST.



Miedo me da, hermano lobo, colocarme con las piernas estiradas sobre el sofá, tan largo como Sue Lyon; la primorosa Lolita del cine, luciendo bikini y piruleta. Miedo me da intentar embriagar mi depósito cerebral de terror con los productos que el género fantástico segrega con más espumarajos que acierto. Llevamos años atiborrando el mercado de películas pretenciosas, con chiquillos recubiertos de acné lanzados por un desidioso guionista en busca de psicópatas y aventuras más allá de la realidad. El día pasado me colé en The Mist, esa niebla literaria de Stephen King llevada al cine, y comprobé; que tras la nebulosa perniciosa de los monstruos voladores que parecen salidos de una playstation, no hay vida para el terror. Ingenioso final, eso sí, pero que se sepa, eso no es mérito del cine, sino de la literatura. Tanta influencia informática en la gran pantalla con tal de crear efectos, me revuelve las tripas y hace que Ray Harryhausen vuele como Ave Fénix de la honradez perdida. Stop Motion y Dynamation entrarían por mis retinas como agua mineral para cualquier Indiana Jones en plena refriega. The Mist es un canto a la tensión artificial. "Te están dando gato por liebre, y aunque te guste comer gato, al final no es más que eso:gato". Frank Darabont, que es más francés que el cabernet, parece desconocer que el cine actual, aunque negocio; puede crear sin necesidad de recurrir a lo de siempre. Porque quienes más se quejan de descargas ilegales, de falta de interés por parte del público al acertado recurso de las salas cinematográficas en beneficio del calor del hogar y el dvd; son quienes más colaboran a la autodestrucción del cine tradicional, relegando la artesanía y la imaginación, a pobres recursos multimillonarios de informática técnica. El día en el que directores y guionistas aprendan la diferencia entre provocar miedo y cansar de miedo a la gente conocerán que ni la sangre, ni un apestoso insecto volador producen terror por sí mismos. Sólo son instrumentos que un buen equipo de rodaje debe usar como complementos propicios a una historia en la que los tópicos no marquen el hilo conductor. De lo contrario, la niebla, esa gran niebla que envuelve al género fantástico contemporaneo; seguirá surcando los cielos y despoblando las salas. Salvando a Marcia Gay Harden (Miss Carmody, una fanática religiosa bien trabajada) y al padre de la novela que provoca la película, Stephen King; el resto es previsible, sobre todo cuando previamente hemos gozado leyendo lo que el maestro literario del terror quiso trasladarnos. Menos lobos, Caperu...

THE MIST (2007). Director y guionista : Frank Darabont, basado en una novela de Stephen King. Música : Mark Isham. Fotografía : Rohn Schmidt. Intérpretes : Thomas Jane, Marcia Gay Harden, Laurie Holden, Andre Braugher, William Sadler, Alexa Davalos y David Jensen. Dimension Films/Darkwoods productions. 126´Color. EE.UU.
Fotografía : Lo que la niebla esconde...