Vistas de página en el último mes

viernes, 22 de mayo de 2009

KILLING ME SOFTLY.


Killing Me Softly no pasaría de ser un thriller más ó menos entretenido, sino fuera por la incontestable carga sensual que traslada al espectador. Un guión eficiente esgrimido por Kara Lindstrom faculta al realizador chino Chen Kaige (autor de la magnífica Adiós a mi concubina) para materializar en imágenes la novela homónima del escritor de Bristol, Sean French.
La historia nos muestra a una diseñadora informática llamada Alice (Heather Graham), que abandona su monótona vida y a su compañero sentimental, hechizada por el encanto de un proceloso aunque apuesto alpinista, interpretado por Joseph Fiennes. Este (Adam) resulta ser un tipo con un pasado repleto de enigmas, que convive con su hermana, la insinuante y sibilina Deborah (Natascha McElhone). Será esta la que intente manipular la realidad que gira en torno a la relación amorosa, buscando confundir no sólo a Alice, sino también al espectador. Las dos mujeres en la vida del montañero van tejiendo sendas telas de araña, convirtiendo su duelo en un cruce de intereses contrapuestos. Alice movida por una extrema candidez. Deborah por unos celos enfermizos y una personalidad controvertida. Heather Graham nos plantea un personaje inocente, cegado por una atracción y femenino hasta la extenuación. McElhone, actriz de profunda mirada, construye un personaje pérfido, cercano a la psicopatía; que en determinados momentos roza el incesto fraterno, siendo utilizada por Kaige cómo el elemento transgresor de la historia.
Pero el ingrediente de calidad de Killing Me Softly es el hábil manejo de las escenas eróticas, traspasando la torridez media de este tipo de películas. Es probable que la sensibilidad oriental, presupuesta en un director nacido en Pekín; contribuya a sugerir más allá de lo meramente visible.
La escena en la que Alice, tras un largo y duro paseo por senderos pedregosos; llega a la cabaña en donde le espera Adam con una chimenea encendida y la relación posterior que ambos mantienen atesora un sentido voluptuoso que evoca estentóreos principios pseudo masoquistas, trazados, eso sí; con elegancia y hasta cierta coreografía escénica. Tampoco es despreciable la escena del desnudo integral de Alice, localizada en plena naturaleza con la pétrea estatua de un ángel por testigo, mientras Adam la contempla absorto cámara de fotos en ristre.
Es posible que la película sea predecible a partir de la mitad de su tiempo, es probable que no pase a la historia de los thriller cómo referente a tener en cuenta. Lo cierto es que Killing Me Softly posee un notable encanto y una manufactura acertada. La historia es simple, no ofrece dobles intenciones, sólo el atractivo de la falta de información, del esfuerzo de la protagonista por indagar en el pasado de un hombre complejo. Una relación amorosa fraguada por la pasión desbordante que rompe con la rutina, y ese es un caramelo que endulza a cualquiera, aunque a veces cueste reconocerlo por una mezcla de verguenza y pudor.
Ajustada banda sonora a cargo del escocés Patrick Doyle, composición que sirve a la trama con fidelidad aportando una dosis de romanticismo, no exenta de un halo de misterio. Tras ver la película, nadie culpará a Kaige de falta de intencionalidad. Es obvio que las intenciones son su fuerte.

KILLING ME SOFTLY (2002). Director : Chen Kaige. Guión : Kara Lindstrom basado en una novela de Sean French. Música : Patrick Doyle. Fotografía : Michael Coulter. Montaje: Jon Gregory. Vestuario : Phoebe De Gaye. Dirección artística : Rod McLean y Christina Moore. Intérpretes : Heather Graham, Joseph Fiennes, Natascha McElhone, Ulrich Thomsen, Ian Hart, Jason Hughes y Amy Robbins. 104´Color. UK-EE.UU. Metro Goldwyn Mayer-Montecito Picture Company-Noelle Entertainment.
Fotografía : Alice (Heather Graham) emulando a Eva en el Paraíso, en una de las más sensuales escenas de la película.

jueves, 21 de mayo de 2009

MOVIE SOUNDTRACK : I Don´t Wanna Miss a Thing (Aerosmith)-Armageddon (Michael Bay,1998)



Contenido del clip : Videoclip musical con la canción central de la película Armageddon (Michael Bay,1998) interpretada por el grupo de Boston, Aerosmith. Su cantante Steven Tyler es padre en la vida real de la actriz Liv Tyler,una de las protagonistas del film, y que en la ficción de la trama es hija del personaje que interpreta Bruce Willis. En la escena final de videoclip, Liv cambia a su padre de película por el de la vida real.
El videoclip fue realizado por el director norteamericano, vienés de nacimiento Francis Lawrence. La tonada fue nominada al Oscar de Hollywood cómo mejor canción original en la edición de 1998. El premio terminó siendo para "When You Believe" perteneciente a la película El Príncipe de Egipto.

("I Don´t Wanna Miss a Thing", Music and lyrics : Diane Warren).

REBECCA.


La primera película de Alfred Hitchcock en los Estados Unidos, tras la firma de un contrato de trabajo con el productor David O.Selznick; se basó en una novela de la escritora londinense Daphne Du Maurier.
Rebecca es un thriller pasional, dotado de una gran carga de romanticismo, en donde la excelente fotografía de George Barnes se equipara a la soberbia interpretación de un grupo de actores, encabezados por un profundo Laurence Olivier (George Fortescue Maximilian De Winter) y una angelical y expresiva Joan Fontaine (segunda Mrs.De Winter). Los secundarios desempeñan, cómo en la mayor parte de las obras de Hitchcock; una función destacada, dotando a la historia de un nivel primoroso. Grande George Sanders, que construye la figura golfa y descarada de Jack Favell, de profesión vividor a cuenta ajena. Excelente Judith Anderson, magnificando a la perversa y trastornada ama de llaves Mrs.Danvers. Elegante y muy británico C.Aubrey Smith, representando a la autoridad. Y amables y chispeantes Nigel Bruce y Gladys Cooper, cuñado y hermana de De Winter; que personifican la cara más agradable de la trama. Meritoria la breve aparición de la actriz tejana Florence Bates que esculpe a la disparatada y percutora Mrs.Van Hopper, desde un plano puramente satírico.
Rebecca nos relata en clave flashback la historia de una joven de humilde posición, que mientras acompaña en Montecarlo a una señora de alta alcurnia en calidad de ayudante de cámara; conoce a un distinguido caballero inglés de notable extracción social, que acaba de enviudar. El amor surge entre ellos y contraen matrimonio, regresando a la mansión inglesa que el hombre posee en Manderley, que se convierte en localización perfecta para el resto de la película. La joven esposa, inexperta, se tropezará con el carácter posesivo y obsesivo del ama de llaves, una mujer que no acepta la muerte de la primera esposa de su patrón y que tratará por todos los medios de ridiculizar a su nueva señora.
Es este el momento cumbre de la película, en cuyo desenlace final, surge la acusación dirigida a De Winter de haber asesinado a su primera esposa.
Rebecca enamora por el rostro excelso de Joan Fontaine (bellísima en primeros planos y en la escena en la que baja las escaleras de la mansión vestida para la fiesta de disfraces a punto de celebrarse), por la facilidad narrativa y el suspense que Hitchcock imprime a sus películas y sin lugar a dudas, por la sensación de estar viviendo en primera persona los agobios y desvelos de la protagonista. La película con la que el gran director inglés nos agasaja contiene principios románticos y morales; pero también una radiografía de los bajos instintos humanos : la infidelidad conyugal, los celos, la mentira, la envidia y la locura.
Premiada con dos Oscar de Hollywood en la edición de 1941 : fotografía y mejor película.
Una de tantas obras maestras de la colección que posee Hitchcock. Imprescindible.
Last night I dreamt I went to Manderlay again...

REBECCA (1940). Director : Alfred Hitchcock. Guión : Joan Harrison y Robert E.Sherwood, basado en una novela de Daphne Du Maurier, según adaptación de Michael Hogan y Philip MacDonald. Producción : David O.Selznick. Música : Franz Waxman. Fotografía : George Barnes. Montaje : W.Donn Hayes. Dirección artística : Lyle R.Wheeler. Decorado de interiores : Howard Bristol. Intérpretes : Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson, Nigel Bruce, Reginald Denny, C.Aubrey Smith, Gladys Cooper, Florence Bates, Leo G.Carroll y Melville Cooper.
130´Blanco y Negro. EE.UU. Selznick International Pictures.
Fotografía : La segunda Señora De Winter y el ama de llaves de Manderlay, Miss Danvers, (Fontaine-Anderson), ó la bondad y la maldad alienada en versión Hitchcock. Blanco contra negro en nuestras retinas.

ESCENAS INOLVIDABLES : JENNY HANLEY CORRE POR LA PLAYA AL ENCUENTRO DE GEORGE WEBBER (10, Blake Edwards-1979)



Contenido del clip : Mito erótico de finales de los setenta, Bo Derek rodó a las órdenes de Blake Edwards esta comedia dulzona y ligeramente erótica, gracias a la que conquistó los corazones de medio mundo. Su pareja cinematográfica fue el actor inglés Dudley Moore, que también aparece en la escena.
(10, Blake Edwards-1979)

miércoles, 20 de mayo de 2009

THE ROSE TATTOO.


Anna Magnani fue actriz de intensa capacidad dramática, sublime en los planos cortos y gesticulante cómo pocas. Su nervio interpretativo y una bella fealdad mediterránea le convirtieron en la italiana vociferante por naturaleza. Lejos de los estereotipos provocados por las anatomías de sus compatriotas contemporáneas, Magnani suplía la falta de encantos, con un amplio elenco de guiños, muecas y gestos emparentados con el espíritu femenino de la Italia profunda. Fue el escritor Tennessee Williams uno de los personajes públicos que más ensalzó a la actriz romana, realizando declaraciones que versaban sobre la salvaje belleza de Magnani.
Puede que esta admiración tenga que ver con la película The Rose Tattoo, en la que Magnani esculpió el personaje de Serafina Delle Rose, actuación que fue galardonada con el Oscar de Hollywood a la mejor actriz principal en 1956. Basada en una obra teatral del propio Williams, posteriormente representada en Broadway por Maureen Stapleton; la película se sustenta en una adaptación de Hal Kanter, y en el fortalecido libreto del propio escritor.
La historia nos presenta a Serafina Delle Rose, mujer adiestrada en las tradiciones del Sur de Italia, fiel esposa y esforzada madre, rodeada a diario de las cuatro paredes de su vivienda unifamiliar localizada en Luisiana. El esposo de Serafina, Rosario (Larry Chance) lleva una vida secreta, trabajando como camionero para una empresa frutera y dedicándose al contrabando de licor. Al mismo tiempo mantiene una relación extramarital con una elegante chica de club, Estelle Hohengarten (Virginia Grey); circunstancia esta que Serafina desconoce. La pasión ciega que la mujer siente hacia su esposo deriva en depresión cuando una noche, durante unos de los transportes clandestinos de alcohol embotellado, éste sufre un accidente mortal mientras es perseguido por una patrulla de policía. A partir de ese instante, la vida de Serafina de transforma en un oscuro pozo negro. La relación con su única hija, Rosa, (Marisa Pavan), comienza a degenerar cuando esta conoce en una fiesta colegial al marinero Jack Hunter (Ben Cooper). Tiempo después, y en plena crísis afectiva materno filial, Serafina se topa con Alvaro Mangiacavallo (Burt Lancaster),que le recuerda a su fallecido esposo, y del que se enamora, aunque se esfuerce en aparentar lo contrario. Este hecho coincide en el tiempo con el descubrimiento de la pasada infidelidad de su marido, hecho que provoca un progresivo distanciamiento del recuerdo honorable que profesaba hacia él.
Es magnífica la escena en la que Serafina, recelosa respecto a las intenciones que el joven Hunter tiene para con su hija, obliga al joven, previo interrogatorio severo; a arrodillarse ante una imágen de la Vírgen y jurar que mantendrá a salvo la inocencia de la joven Rosa. Tampoco tiene desperdicio la escena en la que Mangiacavallo, intentando atraer la atención de Serafina, se pone a torear una cabra en pleno jardín, aplastando todos los tomates de la familia Delle Rose.
El director Daniel Mann juega con el rol editado por Magnani, con esa fructífera esencia italiana de la mujer de escasa cultura, trabajadora hasta la extenuación, (Serafina regenta un encubierto negocio de modista), de extracción rural y sometida a la religión y las tradiciones. Williams idealiza en su historia la estampa del matriarcado sumiso, un referente que sitúa al varón como estandarte familiar, dejando para la profundidad del hogar el liderazgo materno.
La joven actriz Marisa Pavan, nacida en Cagliari y hermana gemela de la también actriz Pier Angeli, realiza un enorme trabajo, repleto de carácter y sensualidad. La hija de Serafina representa el cambio generacional, la ruptura comedida con las arcaícas costumbres sicilianas. Burt Lancaster, en cambio; parece exagerado, en un rol difícil de manejar, sobre todo cuando enfrente se tiene a la gran Magnani. El vals interpretativo se tranforma en rock´n´roll, dejándose llevar por las piruetas mímicas de la actriz del Latium. Y en ese aspecto, Lancaster no sabe llevar el ritmo adecuado.
Fue rodada en los Cayos de Florida y premiada con tres Oscar de Hollywood, además del concedido a la actriz protagonista; los correspondientes a mejor fotografía y mejor dirección artística. Magnani logró más galardones, entre ellos el del Círculo de Críticos Cinematográficos de Nueva York.
The Rose Tattoo debe contemplarse con la retina centrada en Anna Magnani, que realiza uno de sus más apoteósicos dibujos, fortaleciendo con su presencia el ritmo del film, conjugando penas y alegrías de un modo soberbio. Lección magistral de interpretación por parte de Magnani, en una película correcta en estructura, ritmo narrativo y fondo argumental.
Muy recomendable.

THE ROSE TATTOO (1955). Dirección : Daniel Mann. Guión : Tennessee Williams, basado en su propia obra teatral y bajo la adaptación de Hal Kanter. Música : Alex North. Fotografía : James Wong Howe. Montaje : Warren Low. Producción : Hal B.Wallis. Vestuario : Edith Head. Dirección artística : Hal Pereira y Tambi Larsen. Intérpretes : Anna Magnani, Burt Lancaster, Marisa Pavan, Ben Cooper, Virginia Grey, Jo Van Fleet, Mimi Aguglia, Larry Chance y Sandro Giglio. 117´Blanco y Negro. EE.UU. Paramount Pictures.
Fotografía : Serafina Delle Rose (Anna Magnani) busca sentido a su vida.

TRAILER SWING VOTE (2008)



Contenido del clip : Tráiler oficial de Swing Vote (Joshua Michael Stern,2008).

SWING VOTE.


No es precisamente Kevin Costner mi actor preferido. Tampoco me entusiasman sus incursiones en la realización de películas en calidad de director. En esta oportunidad la produce e interpreta. Swing Vote es una historia muy aparente, que deja caer el señuelo de las grandes épicas electorales estadounidenses. Imaginen qué pasaría en España si el futuro presidente dependiera sólo del voto de un elector. Ese es el planteamiento que, desde Estados Unidos, el director y guionista Joshua Michael Stern nos traslada de un modo atrevido, aunque el ritmo del relato vaya de más a menos, e incluso a ratos sea más bien mediocre. El personaje que interpreta Costner, Bud Johnson, es un tipo que nació cansado, parado eterno, chapucero hasta la médula, que compagina el descuidado trato con su única hija menor de edad, con el alcohol en horario nocturno. Stern nos despliega un decorado de la Norteamerica profunda, en donde el polvo corretea por las calles con la misma intensidad que la desidia existencial. Cuando la hija de Johnson, Molly (Madeline Carroll), se empeña, presa de un infantil ataque de responsabilidad patriótica; en que su padre ejerza el derecho a voto para elegir presidente de los Estados Unidos, sabe de antemano que terminará no votando, y es ella quién, recurriendo a una trampa pone en evidencia al sistema y a su propio padre. A partir de ahí la película nos muestra a un Johnson que pasa de paria a rey por un día, y que terminará siendo víctima de una sociedad cruel y demasiado brusca con los perdedores incurables. Entre medias, aparece la periodista Kate Madison (Paula Patton), que auxiliará a padre e hija ejerciendo de enfermera ética, alejándose de la fama interesada que posee gran parte del cuarto poder.
Swing Vote es drama y comedia al cincuenta por ciento, aunque pase en pocos fotogramas de interesante a intrascendente.
Débil criticando y mediocre en su conjunto, pasará sin pena ni gloria al baúl de los recuerdos, sobre todo por culpa de un laxo desenlace.

SWING VOTE (2008). Dirección : Joshua Michael Stern. Guión : Jason Richman y Joshua Michael Stern. Música : John Debney. Fotografía : Shane Hurlbut. Montaje : Jeff McEvoy. Producción : Jim Wilson y Kevin Costner. Intérpretes : Kevin Costner, Madeline Carroll, Paula Patton, Kelsey Grammer, Dennis Hopper, Nathan Lane, Stanley Tucci, Judge Reinhold, Willie Nelson y Mare Winningham. 120´Color. EE.UU. Touchstone Pictures.
Fotografía : Los Johnson, padre e hija, leyendo el correo de sus fans. Los peligros de la fama gratuita y la basura del sistema se dan la mano en su contra.

martes, 19 de mayo de 2009

ESCENAS INOLVIDABLES : THE GIRL SEDUCE A RICHARD SHERMAN (THE SEVEN YEAR ITCH-1955)



Contenido del clip : Una exuberante Marilyn Monroe vestida por Travilla (ganador del Oscar de Hollywood en 1950 por el diseño de vestuario de la película Adventures of Don Juan, dirigida por Vincent Sherman) interpreta a The Girl en la famosa escena del vuelo de falda sobre un respiradero del Metro de Nueva York. El actor Tom Ewell, en la película Richard Sherman; la observa complacido.
The Seven Year Itch (Billy Wilder,1955).

THE TINGLER.


The Tingler pasa por ser una de las primeras experiencias interactivas de la historia del cine. Cuando en la pantalla del cine, la historia nos muestra cómo un ser de abominable aspecto y pérfidas intenciones, mezcla de ciempies y babosa; se escapa en una sala de proyecciones; en la vida real un mecanismo comienza a vibrar y a lanzar pequeñas descargas inofensivas pero muy sensitivas desde algún lado de cada butaca, causando aún más pánico en los sufridos espectadores. William Castle, realizador del film, dispuso junto a su equipo de producción unos artilugios recalcitrantes que animaban el espectáculo. Se trataba, en suma, de crear miedo en el patio de butacas. Vincent Price (Doctor Warren Chapin) lanza un grito que sirve de guinda al pastel : "The Tingler is loose in this theather. Scream, scream for your lives"!. Imagino por momentos la divertida experiencia. Algo semejante, pero sin artilugios, sólo con el poder de la mente; pretendió Bigas Luna en Angustia
(1986).
Agentes externos aparte, The Tingler es una película realizada a partir de una propuesta curiosa. En realidad, Castle y su guionista Robb White pretenden dar forma física al miedo. Cómo anuncia el personaje al que da vida el genial Vincent Price, mucha gente muere con miedo, pero...¿cuanta gente muere de miedo?. Y es así donde el obsesionado galeno se embarca en una dura lucha por lograr capturar al escalofrío, un bicho que cobra forma física junto a la columna vertebral, cuando alguién siente miedo y no grita. Obviamente ese requisito sólo puede cumplirse con un sordomudo, porque ¿quién es capaz de aguantar los gritos cuando el terror llama a su puerta?. The Tingler evidencia una historia muy original, pero es evidente que el concepto que desarrolla la convierte casi por obligación en un producto serie B. El trabajo de Price, sin ser el mejor de su carrera, es aceptable, igual que los de Patricia Cutts, que da vida a la infiel y desahogada esposa del médico, Isabel; Judith Evelyn y Philip Coolidge, el matrimonio Higgins, sordomuda ella, desesperado él; que regentan un cine de barrio y que se convierten en las cobayas propicias del atormentado Doctor Chapin.
Los efectos logrados con la inmunda criatura son acordes con la época del rodaje y se observan hoy en día con más curiosidad que aprobación.
The Tingler, en fin, no es una gran película, pero posee el encanto de lo antiguo, la sazón de una época pasada en donde para hacer películas de género fantástico no había ordenadores ó procesos de digitalización y había que suplir la falta de medios técnicos con grandes dosis de imaginación. Destacable la escena en la que Castle rompe el blanco y negro para bañarnos la retina en un esplendoroso rojo sanguineo.
Cuando sienta usted miedo de la oscuridad, grite, grite con ganas para salvar su vida. Dicen que guardar los sentimientos, es malo para la salud. Y el miedo, en efecto, no es más que un sentimiento.

THE TINGLER (1959). Dirección : William Castle. Guión : Robb White. Música : Von Dexter. Fotografía : Wilfred M. Cline. Dirección artística : Phillip Bennett. Intérpretes : Vincent Price, Judith Evelyn, Philip Coolidge, Patricia Cutts, Pamela Lincoln y Darryl Hickman. 82´Blanco y Negro (una escena en color). EE.UU. William Castle Productions-Columbia Pictures.
Fotografía : Price, y los buenos de la historia, Hickman y Lincoln (ayudante del Doctor Chapin y su novia, cuñada del médico), observan aterrorizados el escalofrío.

lunes, 18 de mayo de 2009

MARIO BENEDETTI (Paso de los Toros,1920-Montevideo,2009).



Se fue el uruguayo de las palabras, el hombre que más verdades dijo en forma de poema, el acento de la realidad, el poeta incansable.
Benedetti, como tantos hombres de letras, dejó su huella eterna en el cine.
Desde su papel de poeta alemán, uno de sus pocos trabajos como actor; en "El Lado Oscuro del Corazón" (Eliseo Subiela,1992), película en la que aparecen sus poemas Rostro de Vos y No Te Salves; hasta su base literaria y poética que dió cobertura a cortometrajes y largometrajes.
Dos ejemplos de ello son "Gracias Por El Fuego" (Sergio Renán,1984), film argentino basado en su novela, y el corto uruguayo "Los Pocillos" (Claudia Abend-Federico Alvarez,2001). Descanse en paz.

Contenido del clip : Poema "Si Dios Fuera Mujer", recitado por el propio Benedetti, acompañado del Adagio de Albinoni.

ELEPHANT WALK.


Alguién me dijo una vez que lo único verdaderamente relevante de Elephant Walk es el estupendo vestuario con el que Edith Head engalana a Liz Taylor. Cierto es que el esplendor natural de la actriz londinense se realza a lo largo de la película con una sublime colección de vestidos y camisones dignos de aplauso. Ayer vi Elephant Walk por tercera vez en mi vida. La primera data de cuando no pasaba de diez años. Niño aún, me quedé impresionado con la visión de una manada de elefantes caminando por el ampuloso salón de los Wiley, localizado en una impresionante mansión de Ceylan. Es lo único que almacenó mi infantil memoria. La segunda hace tres ó cuatro años en versión video doméstico. La película en si me resultó aburrida, con unos efectos visuales trasnochados y con el único aliciente de los ojos violeta de Taylor destacando desde los fotogramas sin competencia alguna. Aunque Vivien Leigh fue la primera Ruth Wiley, tuvo que ser sustituida por Taylor con el rodaje empezado. Dice la leyenda que en algunos planos largos de la película es Leigh quién aparece, y no Taylor; esbozando a la protagonista.
Ayer cuando terminó la película, intenté, pero no logré; ser complaciente con William Dieterle, su director. Es evidente que las intenciones de la historia se presentan en bandeja de plata, pero el resultado final dista mucho de ser convincente. Peter Finch, Liz Taylor y Dana Andrews forman un triángulo amoroso de pobre empaque. Los diálogos entre el matrimonio Wiley resultan en exceso dulzones cuando se aman, y demasiado teatrales cuando discuten. Todo parece trazado desde la lejanía, sin profundidad. Los personajes carecen de vigor y el tercero en discordia, Dick Carver (Dana Andrews) se diluye desde el primer segundo de acercamiento a Ruth Wiley. Parece como si Elizabeth Taylor les robara todo el protagonismo, toda la luz de la cámara, sólo por ser la única mujer con relevancia en la trama.
Elephant Walk es un producto fatuo en detalles pero carente de contenido. A ratos funciona como un dominó al que le faltan fichas y sólo la estética del vestuario y del hermoso lujo colonial conceden al producto leves gotas de atractivo.
Debo destacar al actor birmano Abraham Sofaer, que encarna al fiel sirviente Appuhamy, y que a ratos sirve de contrapunto a la debilidad del resto de actores masculinos.

ELEPHANT WALK (1954). Director : William Dieterle. Guión : John Lee Mahin, basado en una novela de Robert Standish. Productor : Irving Asher. Música : Franz Waxman. Fotografía : Loyal Griggs. Montaje : George Tomasini. Vestuario : Edith Head. Intérpretes : Elizabeth Taylor, Peter Finch, Dana Andrews, Abraham Sofaer, Abner Biberman y Leo Britt. 103´Color. EE.UU. Paramount Pictures.
Fotografía : El trio protagonista enfrentado a los elefantes y a su propia existencia.

STRANGER ON THE THIRD FLOOR.


Stranger On The Third Floor es una película humilde, plagada de sencillez y rigor en las formas; que ha sido calificada como thriller film noir, aunque personalmente la clasifique dentro de esas rarezas cinematográficas difíciles de definir. Porque lo que realmente sale a flote desde el fondo de esta historia no es el suspense, ni siquiera el cuento negro con gangsters, pistolas, sombríos callejones ó femme fatale al uso. Lo que marca el ritmo del relato es ante todo la moraleja, el remordimiento y el consiguiente arrepentimiento a tiempo. Michael Ward (John McGuire) es un periodista que ejerce de testigo de cargo en un juicio por asesinato. La fama que le acarrea el gesto le pone en las puertas de la gloria personal e incluso le facilita adquirir una nueva vivienda y pasar de inquilino a propietario, y de novio a marido. No obstante, durante el juicio las pruebas contra el presunto criminal no parecen todo lo claras que se suponía de antemano y aunque Ward acusa sin duda a Joe Briggs
(estupendo Elisha Cook Jr.), Jane (Margaret Tallichet), la prometida del protagonista, se muestra recelosa ante el testimonio acusador de su novio y la firmeza con la que Briggs asegura ser inocente. Es entonces cuando la historia adquiere su mejor tono. El director de origen letón e influenciado claramente por el cine mudo alemán, Boris Ingster, nos sumerge en los remordimientos del testigo de cargo y lo hace desde una recalcitrante pesadilla, ya que al desasosiego de Ward por la inseguridad creciente en el testimonio dado, une la aparición del auténtico criminal, un loco peligroso que camina por el asfalto con una bufanda blanca colgada del cuello y que pasa el rato asesinando a todo aquel que le resulta sospechoso de querer ingresarle en un frenopático. Peter Lorre, actor de gestos y muecas, ejerce de psicópata con una indiscutible eficiencia.
Stranger On The Third Floor es un relato fácil de ver, nada pretencioso, en donde la conclusión final marca la línea de "lo que no quieras para ti, no lo quieras para otro". Mesurada y muy curiosa.

STRANGER ON THE THIRD FLOOR (1940). Director : Boris Ingster. Argumento y Guión : Frank Partos y Nathanael West. Fotografía : Nicholas Musuraca. Música : Roy Webb. Montaje : Harry Marker. Dirección artística : Van Nest Polglase. Productor : Lee Marcus. Intérpretes : John McGuire, Peter Lorre, Margaret Tallichet, Elisha Cook Jr. y Charles Waldron. 64´Blanco y Negro. EE.UU. Rko Radio Pictures.
Fotografía : Cartel publicitario de la película en versión italiana.

ESCENAS INOLVIDABLES : TALA CANTA YO TE DIRÉ, EN LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS.



Contenido del clip : Nani Fernández (Tala) canta "Yo Te Diré" ante la tropa. Entre los soldados podemos distinguir a un joven Fernando Rey, que encarnó a Juan Chamizo.
(Los Últimos de Filipinas, Antonio Román-1945).
"Yo Te Diré " (E.Llovet/J.Halpern).

SHOOT EM´UP.


La expresión "shoot em´up" hace referencia en el idioma de Shakesperare a esos videojuegos, en los que la única emoción consiste en disparar a todo lo que va cruzando por la pantalla. La película del realizador estadounidense Michael Davis es una mezcla entre cómic y videojuego, con el aliciente añadido de un lenguaje gratuito y a ratos callejero. La exageración abunda en Shoot Em´Up con escenas de acción inverosímiles, en donde el protagonista roza la inmortalidad.
Un protagonista bueno (Mr.Smith) encarnado por el actor británico Clive Owen, que demuestra gracejo y estilo, y que esconde tras de si un pasado marcado por la oscuridad personal. Un antihéroe al estilo de Punisher. Un bueno que dice cosas cómo "¿sabes cuál es la diferencia entre un automóvil de lujo y un ramo de rosas?, que en el automóvil los capullos van dentro", y que se pasa toda la película comiendo zanahorias.
Junto a él la exuberante Mónica Bellucci dando forma a una prostituta italiana, Donna Quintano, capaz de amamantar al bebé que cae en manos de Mr.Smith por simple accidente, y que sirve de punto de luz sensual para el devenir de los hechos.
Pero tal vez uno de los ejes motores de Shoot Em´Up sea el actor Paul Giamatti, que construye al malvado, al histriónico Hertz; un tipo del que se cuenta que fue psicólogo forense y que mantiene que una historia de amor es "cuando James Cagney perdona la vida al bueno de la película". Giamatti resulta recalcitrante, sinuoso, pero muy ocurrente desde su torpeza malévola.
Shoot Em´Up es un gran juego de la playstation, en donde casi nada es real. Muchas formas y poco fondo en una entretenida refriega de fuegos de artificio.
Cómo dice Hertz : "¿en que se diferencia una esposa de un arma"?. Sencillo : al arma le puedes poner silenciador. Aunque a los personajes de Shoot Em´Up lo del ruido a la hora de disparar les preocupe bien poco.
Muy en la onda Tarantino, aunque más gedeonada.

SHOOT EM´UP (2007). Dirección y Guión : Michael Davis. Fotografía : Peter Pau. Montaje : Peter Amundson. Música : Paul Haslinger. Vestuario : Denise Cronenberg. Intérpretes : Clive Owen, Mónica Bellucci, Paul Giamatti, Stephen McHattie, Ramona Pringle y Daniel Pilon. 86´Color. EE.UU. New Line Cinema-Angry Films.
Fotografía : Paul Giamatti (Hertz) un gran malvado de cine.