KICK ASS.

Basado en un cómic creado por Mark Millar y John Romita, el film del realizador londinense Matthew Vaughn puede aceptar el calificativo de sorprendente, más que nada debido al osado cauce por el que transcurre su acción. Ante todo Kick Ass es una película sincera. Desde el primer segundo se nos muestra una intención por la parodia, aunque estemos delante de una historia de súper-héroes. Dave Lizewski no es más que un adolecente con complejos, que obedece a sus instintos y que se atormenta con una eterna pregunta que él sólo está dispuesto a responder. ¿Qué motivo hay para que a nadie se le haya ocurrido ser un súper-héroe de los de capa y máscara, dejando atrás el papel de los cómic?. Lizewski se cuestiona una y otra vez si es factible poner orden en las calles ataviado como Batman ó Spiderman, y ganarse el respeto de la comunidad, aún sin tener poderes sobrenaturales. La clave de la pregunta comienza a funcionar cuando Lizewski se convierte en Kick Ass, parapetado detrás de un disfraz adquirido a través de internet.
El actor Aaron Johnson dibuja un héroe tímido, que tiene ante si el reto de transformar sus complejos en arranques de valentía, desafiando a todos los delincuentes de poca monta que se tropiezan con él.
El realizador Vaughn plantea tres historias paralelas, que llegan a cruzar sus destinos por necesidad, y que cuando lo hacen magnifican la estructura narrativa de la película. En efecto, Mindy Macready (Chloe Moretz) y su padre (Nicolas Cage) dan mayor empaque al film, desarrollando una peculiar relación paterno-filial, en donde la personalidad real del súper-héroe al uso gana enteros por encima del alocado Lizewski, construyendo a Hit-Girl y Big Daddy, vengadores nostálgicos, iracundos noctámbulos, aves rapaces de la maldad social. El contraste entre Kick Ass y ellos dos es el mismo que existe entre la inocencia y la sabiduría, y de esa fuente irá bebiendo Lizewski hasta convertirse en un valiente demasiado arriesgado.
El film busca reivindicar la presencia del heroismo más romántico, por encima de coloristas historias de súper-héroes que saben de antemano que con sus poderes serán capaces de abortar cualquier acción malévola. Lizewski y la familia Macready dan y reciben, hasta el punto de ver morir a Big Daddy tras una paliza encajada con desgana. Kick Ass no es un héroe común, incluso él mismo lo admite. "Mi madre murió por culpa de un aneurisma, y no agredida por una banda en un oscuro callejón". En realidad él no tiene algo que vengar. Sólo la realización de un experimento que resuena en su cabeza le conduce a buscar su paralela personalidad.
Kick Ass es una película sorprendente, poco rebuscada, que nada en las aguas de la comedia y desemboca en una acertada parodia sobre un género que a veces da resultados demasiado repetitivos.
El mérito de Kick Ass es emocionar sin pedantería, esbozar unos personajes ricos en fundamentos, cuyos recorridos hacen levantarnos del sofá gracias a una simpatía original, lejanos a lo habitual en este tipo de películas. No hay poderes, sí ganas de superación. Las mismas que demuestra Vaughn, construyendo una historia dinámica, atractiva y llena de brillo.
Kick Ass es una gran película, que satisface por el entusiasmo que demuestra.
Más allá de la rutina hay un espacio para la fantasía.
Vaughn lo reivindica con pleno acierto.
Interesante.

KICK-ASS (2010). Director : Matthew Vaughn. Guión : Jane Goldman y Matthew Vaughn, basado en los personajes de cómic creados por John Romita Jr. y Mark Millar. Fotografía : Ben Davis. Montaje : Pietro Scalia, Jon Harris y Eddie Hamilton. Música : Henry Jackman, John Murphy, Marius De Vries e Ilan Eshkeri. Producción : Adam Bohling, Tarquin Pack, Brad Pitt, David Reid, Matthew Vaughn y Kris Thykier. Intérpretes : Aaron Johnson, Chloe Moretz, Nicolas Cage, Sophie Wu, Evan Peters, Lyndsy Fonseca, Elizabeth McGovern, Mark Strong y Deborah Twiss. 117´Color. UK-EE.UU.
Plan B Entertainment-Marv Films.
Fotografía : Chloe Moretz (Mindy Macready/Hit-Girl), una niña espabilada.