COUNTESS DRACULA.

La Hammer es capaz de agradar, sorprender ó decepcionar. Su Condesa Drácula, nacida del encantador relato de la escritora y poeta francesa Valentine Penrose ("The Bloody Countess"), y dirigida por el realizador húngaro Peter Sasdy, se enmarca dentro de la decepción. No ya por el meritorio esfuerzo de crear un convincente planteamiento escénico, tampoco por la más que eficiente interpretación de la actriz polaca Ingrid Pitt, sino más bien por la excesiva teatralidad que surge de las imágenes. Sasdy no parece entender que si algo representa a los buenos films de la Hammer es el goticismo narrativo, y en ese sentido, el realizador magiar se muestra torpe y alejado. La Condesa Drácula, en realidad perteneciente a la siniestra familia Bathory; no chupa la sangre de sus vírgenes víctimas propiciatorias, sino que baña su piel en la hemoglobina de estas, para lograr eterna belleza y juventud. Causa tan propicia para realizar un film atractivo desde un punto de vista fantástico, queda desvirtuada a base de escasa expresividad, nula carga poética y frágil, por no decir nula; sensualidad.
Countess Dracula es una película baladí, muy esmerada en las formas pero ridícula en el fondo.
Insuficiente.

COUNTESS DRACULA (1971). Director : Peter Sasdy. Guión : Jeremy Paul, basado en una historia de Peter Sasdy y Alexander Paal, según una idea de Gabriel Ronap, inspirada en The Bloody Countess, novela escrita por Valentine Penrose. Montaje : Henry Richardson. Música : Harry Robertson. Fotografía : Kenneth Talbot. Vestuario : Raymond Hughes. Producción : Alexander Paal. Intérpretes : Ingrid Pitt, Nigel Green, Sandor Elés, Maurice Denham, Patience Collier y Lesley-Anne Down. 93´Color. UK.
Hammer Film Productions-The Rank Organisation.
Fotografía : La Condesa Nodosheen (Pitt) y el gallardo Imre Toth (Sandor Elés), un matrimonio imposible.