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jueves, 5 de noviembre de 2009

THE WIZARD OF OZ.


Es posible que The Wizard Of Oz pase por ser una de las más fascinantes películas musicales de la historia, un colorista cuento de hadas plagado de romanticismo y construido con grandes dosis de mimo. De hecho, y aunque Victor Fleming sea oficialmente el padre de la criatura, tras sus espaldas hubo otros tres grandes labrando la estructura de esta genial obra maestra. King Vidor rodó las escenas de Kansas, Mervyn LeRoy colaboró fuera de los créditos con Fleming y Richard Thorpe se encargó del terreno más técnico, rescatando material de rodaje no utilizado y encargándose del reshot. El sentido mismo de la historia encierra, dentro de una concepción infantil de la vida; una loa apasionada a la imaginación como motor del ser humano. El mérito de esta película, basada en una novela del escritor newyorkino Lyman Frank Baum, consiste en contemplar desde la distancia y en plena época de dominio de los recursos digitales, la hazaña de una equipo de producción que fue capaz de construir unos decorados impecables, cuya brillantez no ha quedado obsoleta a pesar del transcurso de los años. Fantásticas también las escenas que recrean el tornado que azota a Kansas, rodadas en un simbólico color sepia, y realizadas, cómo ya dije antes, bajo el mando del gran King Vidor.
La película narra en clave musical el vuelo a otro mundo de una niña rebelde, Dorothy Gale (Judy Garland), que empeñada en llevar la contraria a su tía y mentora Em (Clara Blandick), tendrá que vérselas con una malvada bruja, The Wicked Witch Of The East-West (Margaret Hamilton), y su corte de esbirros, una especie de simios voladores de infernal aspecto. Para solventar los problemas que le salen al paso mientras se dirije al palacio esmeralda del Mago de Oz, cuenta con el auxilio de tres personajes, The Tin Man (Jack Haley), The Cowardly Lion (Bert Lahr) y un simpático espantapájaros llamado Hunk (Ray Bolger). El hada amable, Glinda;(Billie Burke), fiel auxiliadora de la joven en su pertinaz marcha hacia la felicidad plena, le confía la custodia de unos zapatos rojos adornados con rubís, cuya posesión le otorga cierta seguridad para hacer frente al mal. Además le indica la senda del bien, simbolizada por unas baldosas amarillas.
Muy destacable interpretación del actor newyorkino Frank Morgan, que recrea a varios personajes, incluido el Mago de Oz.
Estupendo trabajo fotográfico de Harold Rosson, que utiliza el technicolor a conciencia, premiando la retina con intensos tonos. La película, dechado de originalidad creativa; mantiene un ritmo dulce, figurando como un escaparate en donde las sorpresas se suceden. Los efectos visuales, responsabilidad de Max Fabian y Arnold Gillespie son del todo decorosos, incluso precursores; si tenemos en cuenta la fecha de realización del film.
Es un hecho tradicional que cualquier cuento infantil aporte el estímulo de la doble interpretación, utilizando para tal menester excesos de imaginación. En todo caso, y aparte de las ideas que cada espectador pueda sacar en conclusión, es innegable que esta historia orienta a los más jovenes hacia la obediencia a los mayores, y a no quejarse de lo que no tienen, sin tener en cuenta todo aquello de lo que otros carecen. La trilogía de curiosos personajes que escoltan a Dorothy Gale, buscando al Mago de Oz para que les dote de cerebro, corazón y valentía y la dicotomía bondad-maldad sugerida por Glinda, son detalles a tener en cuenta cuando hablamos de mensajes subliminales.
No sería justo por mi parte dejar de mencionar al responsable de decorados, Edwin B.Willis, así como el sensacional aporte artístico dictado con desparpajo por el irlandés Cedric Gibbons. A esta pareja debemos en parte la belleza de una estampa sin fecha de caducidad, que sigue dejando boquiabiertos a niños y adultos. Cuando la vida se vuelve gris, películas como la presente son el más efícaz recurso contra la tristeza y la monotonía. Un emotivo y simpático retablo, capaz de hacer brincar al corazón. Unica e irrepetible obra maestra del cine.
Galardonada con dos Oscar de Hollywood en 1940, correspondientes a los apartados de banda sonora original (Herbert Stothart) y canción original ("Over The Rainbow",Harold Arlen y E.Y.Harburg).
You are off to see the Wizard...

THE WIZARD OF OZ (1939). Dirección : Victor Fleming, Mervyn LeRoy, King Vidor y Richard Thorpe. Guión : Noel Langley, Florence Ryerson y Edgar Allan Woolf, basado en una novela de Lyman Frank Baum. Producción : Mervyn LeRoy. Fotografía : Harold Rosson. Montaje : Blanche Sewell. Dirección artística : Cedric Gibbons. Música : Herbert Stothart. Vestuario : Adrian. Decorados : Edwin B.Willis. Intérpretes : Judy Garland, Frank Morgan, Margaret Hamilton, Billie Burke, Ray Bolger, Bert Lahr, Jack Haley, Charley Grapewin y Clara Blandick. 101´Color. EE.UU. Metro Goldwyn Mayer-Loew´s.
Fotografía : Dorothy Gale (Garland) : ante sus ojos todo un universo fascinante.

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