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viernes, 14 de mayo de 2010

THE ITALIAN JOB.


El francés Rémy Julienne pertenece a ese grupo de profesionales del cine que por regla general casi no aparecen en los créditos y cuya presencia en un film se hace notar de un modo más que evidente. El de especialista es un oficio a menudo mal remunerado, sin la fama de actores y directores; que sin embargo ha brindado impactantes momentos de gloria escénica en la historia del cine. Julienne dejó su imborrable eterna huella en The Italian Job, construyendo unas persecuciones de coches que aún a día de hoy se contemplan con admiración. The Italian Job ha pasado a la historia como uno de los grandes ejemplos de persecuciones automovilísticas de cuantos se han filmado a lo largo y ancho de la historia.
La película del realizador inglés Peter Collinson, ahijado por cierto del genial Noel Coward, (Collinson tuvo una triste infancia marcada por el abandono de sus padres en un orfelinato y rescatado en parte por Coward que solía acudir al centro a ejercer labores benéficas); traza el plan de robo de una banda de delincuentes británicos que acuden a Turín dispuestos a apoderarse de unos lingotes de oro de la empresa Fiat que son transportados por el centro de la ciudad a bordo de un furgón blindado y escoltado.
Para ello, Charlie Croker (estupendo Michael Caine), director de la banda de ladrones; diseña un plan que parece imposible de realizar y que sin embargo parece ir saliendo bien a medida que avanzan los fotogramas.
La inclusión en el reparto de Michael Caine y Noel Coward, este caracteriza con acierto al muy británico Mister Bridger; constituye una garantía de éxito para el entretenimiento.
Tampoco pasan desapercibidos los actores Michael Standing (Arthur) y Graham Payn (Keats), por cierto este último pareja en la vida real del genial Noel Coward.
The Italian Job es un film de culto en el que Inglaterra y su bandera son tratadas con un toque comediante de egolatría, siendo Italia, nada personal; la víctima propiciatoria. Algo que se explica a través de la pugna que se establece entre la banda de atracadores y la Mafia. Collinson incluye el fútbol como parte de ese litigio y dibuja con cierta gracia unos personajes caricatos, basados en divertidos estereotipos.
Eterno el descenso de Mister Bridger por la escalinata de la prisión mientras un numeroso coro de enfervorizados reos le aclaman sin desmayo.
Hablando de descensos de escaleras, queda también impresa en nuestra memoria la bajada de los tres Mini Cooper por los lustrosos peldaños en el interior del Palazzo turinés.
Una obra llena de desparpajo, que se sigue con interés desde el primer segundo de proyección.
Recomendable.

THE ITALIAN JOB (1969). Director : Peter Collinson. Guión : Troy Kennedy-Martin. Música : Quincy Jones. Fotografía : Douglas Slocombe. Montaje : John Trumper. Producción : Michael Deeley y Stanley Baker. Diseño de persecuciones automovilísticas : Rémy Julienne. Diseño de producción : Disley Jones. Intérpretes : Michael Caine, Noel Coward, Tony Beckley, Michael Standing, Benny Hill, Graham Payn, Rossano Brazzi, Margaret Blye, Irene Handl, Raf Vallone y Stanley Caine. 99´Color.UK.
Oakhurst Productions.
Fotografía : Michael Caine y Margaret Blye en una escena del film.

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