miércoles, 30 de diciembre de 2009
THE ADVENTURES OF ROBIN HOOD.
Jose María Latorre, tal vez uno de los mejores y más exigentes críticos cinematográficos españoles, escribió en cierta ocasión que en una ennumeración personal de sus películas favoritas de aventuras de toda la historia del cine, jamás aparecería The Adventures Of Robin Hood (Curtiz-Keighley,1938). Basaba su criterio en la siguiente descripción :"...Robin de los bosques carece de espíritu aventurero, es larga y tediosa, aburre más que gusta-no digo ya interesa, sería pedir demasiado-y no constituye más que un monótono ensamblaje de lugares comunes, falso humor, vociferantes sentimientos de pacotilla, virilidad tabernaria y de peleas filmadas, (a excepción de la última, entre Errol Flynn y Basil Rathbone) con tan poca gracia como un hipopótamo bailando Las Sílfides".
Sin llegar al nivel de crítica de Latorre, un gran maestro de la opinión; es cierto que The Adventures Of Robin Hood ha pasado a la historia supravalorada por quienes la consideran algo más que un film peculiar. A ello contribuye en gran medida, la innegable vitalidad del actor tasmano Errol Flynn, que construye un personaje legendario que a día de hoy no ha podido ser superado pese a los ridículos intentos de Kevin Costner (Kevin Reynolds,1991) y Patrick Bergin (John Irvin,1991). Veremos que sucede con Russell Crowe en el film que Ridley Scott estrenará durante 2010.
Salvando tal ingrediente el resto de la película, y con la única excepción que menciona Latorre, el duelo final entre Robin y Sir Guy of Gisbourne; merece varios tirones de orejas por su ritmo poco locuaz, su sentimentalismo forzado y un más que evidente legado del cine mudo que se deja ver cada vez que los actores inician una escena de acción. El desenlace de The Adventures Of Robin Hood es la gota que colma el vaso de la paciencia, cuando aparece inacabado, ramplón, cómo si se hubiera efectuado contra el reloj sin tiempo para el lucimiento.
Olivia de Havilland, algo frecuente en esta actriz melosa hasta el almíbar; construye una Lady Marian pusilánime, tan frágil que resulta insustancial.
En todo caso sólo sirve para imaginar hasta la eternidad al auténtico Robin de los bosques cinematográfico, un Errol Flynn golfo y convincente, características por otra parte inseparables de la gran personalidad del actor australiano.
Galardonada con tres Oscar de Hollywood en 1939 (dirección artística, música y montaje). Rodada integramente en California.
THE ADVENTURES OF ROBIN HOOD (1938). Dirección : Michael Curtiz y William Keighley. Guión : Seton I. Miller, Norman Reilly Raine y Rowland Leigh. Música : Erich Wolfgang Korngold. Montaje : Ralph Dawson. Fotografía : Sol Polito y Tony Gaudio. Drección artística : Carl Jules Weyl. Intérpretes : Errol Flynn, Olivia De Havilland, Basil Rathbone, Claude Rains, Eugene Pallette, Alan Hale, Patric Knowles, Ian Hunter, Una O´Connor, Melville Cooper y Herbert Mundin. 102´Color. EE.UU. Warner Bros Pictures.
Fotografía : el Robin Hood eterno, Errol Flynn; en una escena de la película.
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La verdad que los "críticos de cine" me dan gracia, desprecian el trabajo de los demás, cuando ellos no podrían prender ni una cámara.
ResponderEliminarCon la excusa de que dan solo su opinión, se toman el atrevimiento de criticar con toda naturalidad algo que ellos en su vida podrían hacer.
En este caso, se ve que no se toman el tiempo de analizar una de las primeras superproducciones en tecnicolor en la historia del cine, y una de las primeras película a color en ser nominada al Oscar de 1938 como Mejor Película.
Por lo menos parece que le cae bien Errol Flynn, porque eso depende la crítica de un "maestro de la opinión" que le caiga bien algo o alguien, agarrate si no le gustas porque te destrozan.
Por ejemplo la persona que escribió esta entrada y dijo: "Olivia de Havilland, algo frecuente en esta actriz melosa hasta el almíbar; construye una Lady Marian pusilánime, tan frágil que resulta insustancial."
Como se nota que tampoco se tomo el tiempo en analizar la actuación y la carrera de Olivia de Havilland, la Marian de Olivia, es el único personaje que se le enfrenta a Robin y al hermano del Rey cuando descubre su plan, fue la que ideó el plan que terminó salvando a Robin; y fue la única que tuvo una transformación en su modo de pensar.
Pero seguramente estaba muy ocupado para ver esto.
Si save valorar el verdadero cine, tenga más respeto para una de las mejores actrices que dio el cine.
Por supuesto que es más fácil criticar, que demorar en poner las cosas en contexto, y analizarlas.
Los que hacen su trabajo, en este caso el cine, tienen mucho más que perder, que los que
se sientan a escribir un articulo sin ninguna objetividad y aniquilan un trabajo y una reputación que para esta película forjó hace 71 años.
Pero ellos van a quedar en la historia por darle alegría y espectáculo a la gente gracias a su talento.
Y los críticos, hay por montones y ninguno queda en la historia.
Porque ellos no hacen historia, critican las de los demás, que si la hacen.
Saludos
Amigo Anónimo :
ResponderEliminarPrimero agradecer tu comentario en mi blog. Segundo pedirte que, otra vez, si la hay; no dudes en firmarla sin anonimatos, que a fin de cuentas no me como a nadie, a pesar de ser crítico y malvado.
Tercero, comentarte que yo no voy de crítico cinematográfico oficial ni ilustrado. Sólo lo hago por simple afición. Cuarto, te rectifico. Los críticos buenos, que no es mi caso; sí pasan a la historia, otra cosa es que pasen sólo para ciertos sectores del público. Nombres como Jack Whittingham, Carlos Boyero, André Bazin, Alfonso Sánchez, Peter Travers, Carlos Pumares, Vicente Molina Foix ó Lucien Rebatet no debieran ser desconocidos para ti. Quinto, establecer juicios de valor sobre películas, actores ó directores son sólo opiniones no vinculantes. Pretender que a todos nos guste Olivia de Havilland, por ejemplo, es caer en el monopolio del gusto cinéfilo, sin lugar para la discrepancia. Puede que a ti Robin de los Bosques (1938) te parezca el culmen del cine de aventuras. A mi no. Pretender que a mi me entusiasme algo que no lo hace es utilizar el mandato obligatorio sobre algo tan subjetivo como es el cine, creación artística. Y sexto, no soy perfecto, a mi también se me escapan detalles de las películas que veo. Pero lo que dice usted sobre el personaje de Marian (De Havilland) es verdad, aunque una cosa es la intención del guión, de la historia; y otra la interpretación. Y sigo en mis trece cuando aseguro que Olivia De Havilland era una actriz en exceso melosa. Cuestión de gustos.
Saludos y desde el respeto a la discrepancia, gracias por su opinión.
Soy Lorena, mucho gusto, de Argentina.
ResponderEliminarCuando me refiero a Críticos de Cine, no hago diferencia entre los aficionados y los "profesionales", que tampoco entiendo quien le da ese título, pero bueno.
Por eso meto en la misma bolsa a los que lo hacen por gusto, y a los que le pagan por realizar un artículo.
Sabe cual es la discrepancia que veo entre usted y yo, en lo que respecta a los críticos,
es que usted lo toma como un elemento del cine a la critica como algo que pertenece a la cinematografía.
Y yo no, para mí dentro del mundo del cine, la critica no existe, no entra en la creación artística, como muy bien lo dijo usted.
Yo amo al cine, por ende me encanta saber todo lo que hace que el cine exista, actores, directores, guionistas, los que realizan la fotografía, la escenografía, vestuario etc. Todos ellos son elementos necesarios, esenciales para realizar una película.
La crítica es un efecto colateral, algo externo, que no es esencial.
La critica constructiva, es buena, se aprende, pero cualquiera puede dar su opinión.
Lo que no me gusta es cuando lo hacen con mala leche, con aires de grandeza y con los ojos cerrados, y mente clausurada por la subjetividad.
Yo no pretendo imponerle nada, señor. Esta película no es mi devoción, pero tengo bastante conciencia como para decir que esta película fue una gran paso para las películas de Aventura, sabiendo que tenían que realizar tomas con mucho movimiento, con una cámara a color que era del tamaño de tres heladeras juntas.
Aplaudo a quienes la realizaron.
Con lo que respecta a Olivia de Havilland, gustos son gustos, es una gran verdad.
Pero una cosa es el gusto por algo, en este caso una actriz, y otra cosa es la ignorancia sobre ese algo y los hechos contundentes.
No confunda una característica que puede llegar a tener un personaje, en este caso ser meloso como dice usted, con el Talento para interpretarlo en la pantalla.
Además de ser una prueba, que sabe poco de la carrera de esta actriz, y si me equivoco y la sabe, se nota que ha hecho poco análisis de sus interpretaciones.
Esto no es imponerle nada, es concientizarlo y animarlo ha analizar, que no hay nada más lindo que eso, y más si se trata del cine.
Saludos
No hay nada más lindo que analizar.
ResponderEliminarEn efecto. Y una crítica no es más que un análisis personal, el que tú haces criticando mi crítica lo es.
Y el mio, criticando a Olivia De Havilland en su rol de Lady Marian, también.
El respeto es el principio del saber. Y no creo que en ningún caso, haya faltado al respeto de nadie en la crítica realizada.
Para no ser santo de su devoción, parece que usted rodó esta película.
Saludos en todo caso.