lunes, 26 de octubre de 2009
THE RACKET.
El análisis de una película del estilo The Racket debe realizarse siempre a través de los personajes. Es lo que busca su realizador oficial, John Cromwell, que subido al carro de la dirección junto con un equipo no acreditado de otros cuatro cineastas, (Tay Garnett,Nicholas Ray,Mel Ferrer y Sherman Todd), volcaron la fuerza de la obra teatral del norteamericano Bartlett Cormack, para dar forma a este modesto en las formas profundo en el fondo, film noir, repleto de sabor oscuro y humo de cigarrillo atizado sobre gabardinas y corbatas cortas.
Robert Mitchum, por ejemplo; enfatiza con esmero al jefe de policía, enfrentado con el matón de turno, un genial y malévolo Robert Ryan. El duelo entre ambos personajes, Thomas McQuigg (Mitchum) y Nick Scanlon (Ryan), refleja el combate entre lo justo y lo injusto, el bien y el mal; procurando un gran atisbo de elegancia en el lenguaje, rotundidad en el intercambio de expresiones, y un reflejo proverbial de gestos y guiños. Mitchum engalana a su personaje de humanidad y eficacia profesional. Ryan se decanta, como solicita su interpretado; por un enfoque pertinaz, lleno de malas artes y peor carácter. No falta la femme fatale, encarnada por Lizabeth Scott (Irene Hayes) que como en muchas historias del género es una mujer con pasado, cantante de club nocturno; atractiva y sometida en el fondo al poder masculino. Irene Hayes no es precisamente una mantis religiosa, porque tiene buen corazón, pese a comenzar la trama en brazos de un petimetre del clan mafioso. Finalmente la cantante nocturna decide empezar de cero, dejándose querer por el periodista novicio Dave Ames (Robert Hutton). William Talman interpreta con especial seguridad y notable virilidad al oficial de policía Johnson, esposo y futuro padre, (su esposa Lucy, encarnada por la actriz Virginia Huston; le comunica que está embarazada poco antes de su trágica muerte a manos de Scanlon), un agente muy profesional, mano derecha de McQuigg; que representa al principal héroe de la película. No falta tampoco la galería de corruptos, encabezada por el fiscal Welsh (Ray Collins), cobarde e interesado; y completada con un meritorio ejercicio interpretativo del actor William Conrad (detective Turk), un tipo que pasa por los fotogramas con mirada seria y sin parar de mascar.
The Racket es, en suma; un buen film noir, que percute con estereotipos policiales, judiciales, políticos y delincuentes, creando un universo tan negro como el futuro de varios de ellos al final de la proyección.
Interesante y trazada con pulso firme.
THE RACKET (1951). Dirección : John Cromwell, Tay Garnett, Nicholas Ray, Mel Ferrer y Sherman Todd. Guión : William Wister Haines y W.R.Burnett, basado en una pieza teatral de Bartlett Cormack. Música : Roy Webb, Paul Sawtell y Constantin Bakaleinikoff. Fotografía : George E.Diskant. Montaje : Sherman Todd. Producción : Edmund Grainger. Intérpretes : Robert Mitchum, Lizabeth Scott, Robert Ryan, William Talman, Virginia Huston, Ray Collins, William Conrad, Robert Hutton y Joyce MacKenzie. 88´Blanco y Negro. EE.UU. Rko Radio Pictures.
Fotografía : primer plano del capitán de policía McQuigg (Mitchum).
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