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miércoles, 31 de marzo de 2010

13 RUE MADELEINE.


13 Rue Madeleine se corresponde con la dirección en París de la central de la Gestapo, durante la ocupación nazi de Francia. El film es cuanto menos peculiar. Tras un comienzo un tanto ceremonioso, que parece más propaganda norteamericana que film de espionaje, las retinas del espectador comienzan a navegar sobre unas aguas que van cobrando intensidad a medida que avanzan los fotogramas.
De todos modos, 13 Rue Madeleine basa su peculiaridad en los siguientes aspectos :
-James Cagney, con cuarenta y ocho años en su haber y tras una larga carrera artística, no parece ser precisamente el actor más idóneo para representar a un héroe de los servicios de inteligencia norteamericanos, menos aún cuando las circunstancias adversas de la operación iniciada le obligan a lanzarse en paracaidas sobre Francia para abordar el heróico cometido in situ. Cagney, que durante gran parte de su carrera de actor, magnificó el papel de gángster, se esfuerza en dar forma a un audaz Bob Sharkey, agente de los Estados Unidos, que vuelve locos a los iracundos e irracionales miembros de la Gestapo.
-La breve aparición del actor Karl Malden, encarnando al jefe de paracaidistas, sorprende por su corta presencia y deja en el aire la duda de conocer exactamente a qué se debe su fugaz asistencia al rodaje.
-Los miembros de la Gestapo, encabezados por el actor Richard Conte, que faculta al astuto Bill O´Connell; son retratados por Hathaway con menos carga perversa de la habitual en este tipo de historias bélicas, lo cuál es de agradecer, cansados ya de tanto tópico de lobo feroz nazi y caperucita aliada. Por una vez, los alemanes al servicio del chiflado Hitler recorren los fotogramas dando una imagen menos recalcitrante en cuanto a maldad gratuita y más eficaz en lo que se refiere a simples enemigos del bando aliado.
-La película va de menos a más, y aunque el desenlace final queda un tanto desdibujado pese a las risotadas de Sharkey (Cagney) y el triste descubrimiento de la derrota por parte de O´Connell (Conte), puede definirse a 13 Rue Madeleine como una buen ejemplo de cine de espionaje bélico.
-13 Rue Madeleine no guarda el estilo habitual de Hathaway, y peca de cierta frialdad en la narración, así como en el trazo de los personajes. Da la sensación de que Hathaway prefiere apoyarse en la fidelidad narrativa de unos hechos, que en aportar su personalidad creativa, lejana a cuadriculaturas métricas.
-El único personaje femenino en la trama, Suzanne de Beaumont (Annabella), no aporta ningún grado se sensualidad femenina en el termómetro de la narración, dejando de lado Hathaway concesiones al romanticismo y la sensibilidad.
-Uno de los puntos destacados del film es la presencia del actor newyorkino Sam Jaffe, que dibuja al alcalde Galimard con notable eficacia, dando cuenta de un personaje abonado a las dos caras de la misma moneda. Audaz en el fondo, cobarde en sus contactos con la Gestapo.
Sin llegar a la consideración de obra maestra del género, no hay duda de que 13 Rue Madeleine puede considerarse como film de culto para los fans de Cagney y para los aficionados al género del espionaje.
Entretenida.

13 RUE MADELEINE (1947). Director : Henry Hathaway. Guión : John Monks Jr. y Sy Bartlett. Música : David Buttolph. Fotografía : Norbert Brodine. Montaje : Harmon Jones. Producción : Louis De Rochemont. Intérpretes : James Cagney, Annabella, Richard Conte, Karl Malden, Sam Jaffe, Frank Latimore, Walter Abel y Melville Cooper. 95´Blanco y Negro. EE.UU. 20th Century Fox.
Fotografía : Sharkey (Cagney) esperando que la radio emita el mensaje cifrado, rodeado de un grupo de miembros de la resistencia francesa, encabezados por el alcalde Galimard (Sam Jaffe).

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