VAN HELSING.

La reconversión de la figura de Van Helsing en un arcángel San Gabriel vestido con guardapolvos y tocado con un sombrero de ala ancha merece una reflexión, no precisamente positiva. Lo que el norteamericano Stephen Sommers traza en el film Van Helsing es una caricatura con traza de cómic de un legendario cazador de vampiros, encarnada por el apuesto actor Hugh Jackman con bastante estrépito. Todo en la película son fuegos artificiales sin que en momento alguno una sola escena parezca trazada con otro objetivo que no sea el de captar a un tipo de público educado a la sombra de los video juegos. Tal vez sea Anna Valerious (dulces primeros planos de la bella actriz Kate Beckinsale) lo único que merece ser destacado entre tanta tiniebla, tanta metamorfosis digital y tanto batiburrillo de monstruos tradicionales. Ni siquiera la conversión de personas en seres demoniacos está resuelta con brillantez, pues se perciben los cortes en la imagen. Aleera (la actriz española Elena Anaya), Verona (Silvia Colloca) y Marishka (Josie Maran) ponen la nota picante a una historia demasiado difusa, en donde casi no hay tiempo para fijar la vista en algún elemento sólido.
Presuntuosa.

VAN HELSING (2004). Dirección y guión : Stephen Sommers. Música : Alan Silvestri. Fotografía : Allen Daviau. Montaje : Kelly Matsumoto, Jim May y Bob Ducsay. Efectos especiales : Terry Sandin, Gary Elmendorf y Steve Cremin. Producción : Stephen Sommers y Bob Ducsay. Vestuario : Gabriella Pescucci y Carlo Poggioli. Intérpretes : Hugh Jackman, Kate Beckinsale, Richard Roxburgh, Elena Anaya, David Wenham, Shuler Hensley, Josie Maran, Silvia Colloca y Will Kemp. 131´Color. EE.UU.-República Checa. Universal Pictures-Carpathian Pictures-Stillking Films-The Sommers Company.
Fotografía : Anna Valerious (Beckinsale), espada en mano.