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jueves, 12 de noviembre de 2009

THE LADY VANISHES.


Cuando Hitchcok rodó The Lady Vanishes, ya conocía el interés de Hollywood por trasladarle a Los Angeles con el objeto de poner su creatividad al servicio de la industria norteamericana. Y no cabe duda que la película, rodada en Londres y Hampshire, así como en los estudios ingleses de Gaumont y Lime Grove; posee cierto talante cercano a Hollywood. ¿Quiso Hitchcock realizar un brindis al graderio de Hollywood desde su Inglaterra natal?. The Lady Vanishes, despreciada injustamente hasta por los defensores del realizador londinense; posee una serie de elementos que a mi juicio la convierten en una obra maestra más de la colección que Hitchcock atesora a sus espaldas.
Primero: posee un espléndido guión, obra de los británicos Frank Launder y Sidney Gilliat. Maravilloso libreto, que combina frases grandilocuentes, con acción trepidante y guiños cómicos, sin que exista un segundo para el respiro.
Segundo: la trama se completa con un ejercicio genial de exhibición de personajes, definiendo sin pausa sus caracteres, relacionándolos entre sí y logrando que cada situación personal afecte al plano general.
Tercero : la magia del impasse, que Hitchcock utiliza sin titubeos al comienzo de la trama, reuniendo en un hotel de montaña a un grupo de personajes que esperan un tren que no termina de llegar por culpa de las avalanchas de nieve. Finalmente, cuando al día siguiente el tren entra en la estación, el espectador ya conoce con detalle a cada una de las personas que subirán al ferrocarril y que protagonizarán la acción.
Cuarto : la genial mezcla de comicidad y suspense, llegando a confundir al espectador, que por momentos no sabe si está viendo thriller ó comedia.
Quinto : la genial interpretación del bloque completo de actores, desde Michael Redgrave (el locuaz y sarcástico Gilbert) y Margaret Lockwood (la dulce y muy femenina Iris Henderson), pasando por Dame May Witthy (la dama desaparecida, cuya auténtica identidad resulta un misterio hasta los momentos finales) y terminando en la pareja de caballeros británicos exclusivamente preocupados por el cricket (delirantes Naunton Wayne y Basil Radford) y en los malvados Doctor Hartz (Paul Lukas) y la baronesa (Mary Clare).
Ingeniosa definición de la diplomacia británica, realizada en una escena del film por Gilbert (Redgrave) : "si un inglés tiene ante sí un muro nunca lo saltará, si puede sentarse sobre él". Hitchcock, en fin; logra con The Lady Vanishes un completo retablo, en donde propuesta, desarrollo y desenlace guardan un perfecto y genial equilibrio.
Hitchcock logró con esta película el premio al mejor director, del Círculo de Críticos cinematográficos de Nueva York en 1939.
Imprescindible.

THE LADY VANISHES (1938). Director : Alfred Hitchcock. Guión : Frank Launder y Sidney Gilliat, basado en una historia de Ethel Lina White. Fotografía : Jack E.Cox. Montaje : R.E.Dearing. Producción : Edward Black. Música : Louis Levy y Charles Williams. Continuidad : Alma Reville. Intérpretes : Margaret Lockwood, Michael Redgrave, Paul Lukas, Dame May Whitty, Cecil Parker, Basil Radford, Mary Clare, Naunton Wayne y Linden Travers. 96´Blanco y Negro. UK. Gainsborough Pictures.
Fotografía : cartel promocional del film.

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