viernes, 23 de abril de 2010
TO KILL A MOCKINGBIRD.
Si en algo destaca el film To Kill a Mockingbird es en el acopio de mensajes con forma de principios y valores que encierra su calmada visión. Calmada porque el personaje que interpreta el actor Gregory Peck, Atticus Finch; transmite una sensación de tranquilidad tan apacible como gratificante. Finch, padre viudo de dos niños, Scout y Jem, (gran trabajo de los actores infantiles Mary Badham y Phillip Alford); lleva su vida con un control envidiable, haciendo de cada instante una demostración de paternidad responsable digna de aplauso. Finch es un hombre sereno, capaz de lidiar con todos los problemas que se le cruzan en el camino, sin perder un ápice de compostura.
"Atticus dijo una vez que nunca se conoce a un hombre hasta que uno se ha calzado sus zapatos y caminado con ellos". A partir de esta frase, el film de Mulligan nos habla en clave de oposición a los prejuicios sociales, trasladando el mensaje claro de que antes de valorar a las personas por ideas ó rumores, es necesario conocerlas a fondo.
Sucede con Boo Radley (apreciable debut para la gran pantalla del actor Robert Duvall), que permanece escondido frente a la cámara hasta el desenlace de la trama, y del que se nos lanzan mensajes un tanto oscuros para darnos la impresión de que se trata de un loco peligroso. Ocurre con el malvado Bob Ewell (buena interpretación del actor James Anderson), que pasa de acusador a acusado. Y sobre todo sucede con el personaje de Tom Robinson, (encarnado por el actor Brock Peters), víctima de un racismo descontrolado.
To Kill a Mockingbird es un retrato de la sociedad sureña de los Estados Unidos, durante la Gran Depresión de 1929, tapizado por una bella historia de la que el actor Gregory Peck es el principal estandarte.
La visión de unos sucesos, la gran aventura-como describe Scout en un momento del film-; desde una óptica infantil sirve a Mulligan para trazar una estupenda historia llena de sensibilidad, educadora y profundamente humana.
Soy de los que defienden la necesidad de una asignatura de cine en los colegios. En caso de lograrse este objetivo, To Kill a Mockingbird sería una película de visión preferente.
Ganadora de tres Oscar de Hollywood en 1963, los correspondientes a mejor actor principal (Gregory Peck), mejor guión adaptado (Horton Foote) y mejor dirección artística (Alexander Golitzen, Oliver Emert y Henry Bumstead); fue premiada también en el Festival de Cannes 1963 (Gary Cooper Award para Robert Mulligan) y con el David de Donatello 1963 (Gregory Peck en la categoría de mejor actor extranjero).
Horton Foote logró el premio WGA 1963 concedido como mejor guionista por la Writers Guild Of America.
Obra maestra indiscutible.
TO KILL A MOCKINGBIRD (1962). Director : Robert Mulligan. Guión : Horton Foote, basado en una novela de Harper Lee. Música : Elmer Bernstein. Fotografía : Russell Harlan. Dirección artística : Alexander Golitzen, Oliver Emert y Henry Bumstead. Montaje : Aaron Stell. Producción : Alan J.Pakula. Vestuario : Rosemary Odell. Intérpretes : Gregory Peck, James Anderson, Robert Duvall, Mary Badham, Phillip Alford, Estelle Evans, John Megna, Ruth White y Frank Overton. 129´ Blanco y Negro. EE.UU. Brentwood Productions-Pakula/Mulligan-Universal International Pictures.
Fotografía : Atticus Finch (Peck), un abogado inolvidable, un padre inmejorable.
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