Vistas de página en el último mes

jueves, 22 de octubre de 2009

EYES WIDE SHUT.






El escritor vienés Arthur Schnitzler y su novela Traumnovelle pusieron al alcance del cineasta Stanley Kubrick la redacción, compartida con Frederic Raphael; del guión de su obra póstuma "Eyes Wide Shut", estrenada en 1999.
La pieza, que gana en reconocimiento según pasan los años, tuvo un lanzamiento comercial desviado, basado únicamente en vender al público el atractivo de ver juntos a Tom Cruise y Nicole Kidman, que además de ser por aquel entonces pareja en la vida real, compartían lecho conyugal en la historia.
Kubrick, que falleció sin poder ver el estreno de su película, nos envuelve en un corsé delirante, una especie de pesadilla pecaminosa que suma infidelidad conyugal y fantasías sexuales irrealizables. La fiesta que abre la trama, a la que acude el matrimonio Harford (Kidman y Cruise); plantea ante los ojos del espectador la extraña relación de la pareja protagonista, sometidos a un "quiero pero no puedo" en el apartado de aventuras extra maritales, como si pudieramos escuchar la voz, en off; de la conciencia de cada uno de ellos. El baile de Alice Harford con el galante Sandor Szavost (genial interpretación del actor bonaerense Sky Dumont), es uno de los puntales del film, máxime cuando el endomingado bailarín intenta seducir a la joven, deslizando por el pabellón auditivo de esta una frase que marca el devenir de la historia, y en base al que se pretende vestir el engaño como una necesidad perentoria e innata en cualquier matrimonio.
La gran selección musical, con piezas de Mozart, Liszt ó Ligeti, se ajusta ceñida a la historia, manteniendo el nivel de tensión y amargura de un modo más que acertado. En este sentido merece un capítulo especial la inclusión del "Rex Tremendae" del Réquiem que Mozart compuso, y el "Wien, Du Stadt Meiner Traume", de Rudolph Sieczynski.
Puede, sin embargo; que la pieza que más se identifica con Eyes Wide Shut sea la "Jazz Suite, Waltz 2" de Dmitri Shostakovich, popularizada en parte por el film de Kubrick.
La simbología y evocaciones cinéfilas tienen un rol destacado en Eyes Wide Shut. Los geniales secundarios abundan a lo largo del film, en composiciones hilarantes (cómo la del actor escocés Alan Cumming recreando a una afeminado recepcionista de hotel de tercera), ácidas (genial Rade Serbedzija incorporando a Milich, el propietario de la tienda de disfraces), sugerentes (impecable Leelee Sobieski en el rol de adolescente desinhibida) ó repletas de ternura (Vinessa Shaw encarnando a la prostituta Domino).
La composición realizada que muestra los entresijos de una orgía de alto nivel, es un dechado de glamour. Las máscaras venecianas, las capas negras y el sentido casi coreográfico en las escenas de sexo engarzan con unos fastuosos decorados, atrapando no sólo al alucinado médico protagonista.
La estética del desnudo, simbolizado a través de modelos con vocación de actriz, (Julienne Davis,Stewart Thorndicke ó Georgina Finch) recuerda por momentos al estilo fotográfico de creadores contemporáneos como Helmut Newton.
El argumento nos muestra a Bill Hardford (Cruise), un galeno con clientes de alto nivel social, cuya esposa Alice (Kidman) confiesa haber tenido fantasías sexuales con otros hombres. La cruda verdad ofusca al médico, que se ve inmerso en una cadena de experiencias sexuales inacabadas, alcanzando la cresta de la ola cuando escuchando las alabanzas que Nick Nightingale (Todd Field), un amigo pianista; hace de unas extrañas fiestas secretas a las que acude para interpretar piezas de música con los ojos vendados, decide infiltrarse en una de ellas. Sus ojos descubren un universo oculto, paralelo a la rutina diaria, en el que toman parte personajes de gran relevancia en la vida pública. A pesar de ser descubierto y expulsado de la orgía, Harford sigue investigando, quebrado por la curiosidad; máxime cuando descubre que tras las máscaras se esconde en realidad una secta que hace del sexo y la desinhibición su modus operandi. Sólo el consejo de su amigo, partícipe habitual en las disipaciones de salón, Victor Ziegler (Sydney Pollack) y un amargo ejercicio de sinceridad conyugal, evitan un más que seguro trágico desenlace.
Eyes Wide Shut es una película introspectiva. Kubrick sacude la manta de la figura del matrimonio convencional, criticando la falta de confianza en lo que a deseo se refiere. Para ello utiliza un arsenal creativo, recurriendo al morbo de la tentación, el atractivo inicial del pecado; llenando los fotogramas de apariencias y buceando en un profundo sentido de culpa que sobresale del personaje protagonista.
Intensa, profunda; Eyes Wide Shut riñe con la hipocresía y la verdad silente.
El último gran suspiro del maestro Kubrick.

EYES WIDE SHUT (1999). Director : Stanley Kubrick. Guión : Frederic Raphael y Stanley Kubrick, basado en una novela de Arthur Schnitzler. Música : Jocelyn Pook. Fotografía : Larry Smith. Montaje : Nigel Galt. Vestuario : Marit Allen. Producción : Stanley Kubrick y Brian W.Cook. Intérpretes : Nicole Kidman, Tom Cruise, Madison Eginton, Sydney Pollack, Alan Cumming, Leelee Sobieski, Leslie Lowe, Todd Field, Sky Dumont, Julienne Davis, Rade Serbedzija y Vinessa Shaw. 159´Color. EE.UU.-UK. Hobby Films-Pole Star-Stanley Kubrick Productions-Warner Bros Pictures.
Fotografías : Nicole Kidman y Tom Cruise, en varias escenas de la película.

No hay comentarios:

Publicar un comentario