viernes, 5 de febrero de 2010
BILLION DOLLAR BRAIN.
Basada en una novela del escritor inglés Leonard Cyril Deighton, autor prolífico de libros de cocina y novelas de espías; Billion Dollar Brain es producto de una época, en la que el cine buscaba cierta brillantez a través de personajes bañados de un cierto toque de antiheroismo grotesco. Harry Palmer, detective interpretado por el gran actor londinense Michael Caine, es un individuo incapaz de afrontar las acometidas agresivas de cualquier matón que le sale al paso, perdedor perdido entre grupos enfrentados, huidizo ante las insinuaciones femeninas, pero siempre amigo de sus pocos amigos. Palmer es un solitario, incómodo en las distancias cortas, que hace de la astucia su principal mérito. Conocedor de la esencia humana, de las miserias de los hombres y mujeres que le rodean, parece vivir a medio camino entre el bien y el mal, aunque se encuentre situado por encima de ellos.
Caine representa con deleite un rol muy matizado, y lo hace enfrentándose al interesado Leo Newbigen (sensacional Karl Malden), a la sibilina Anya (exquisita Françoise Dorléac) y al estridente Midwinter (apabullante Ed Begley), y recibiendo la incontestable comprensión del rotundo y divertido Stok (genial Oscar Homolka).
Los paisajes gélidos de Helsinki y la grandiosidad de la Uspenski Cathedral y el Turku Castle colaboran en blindar a Billion Dollar Brain contra la mediocridad.
Puede que la exageración del hilo argumental con el radical Midwinter lanzando proclamas contra el comunismo ó el termo con los huevos rellenos de virus letales que va pasando de mano en mano sea un anacronismo, visto desde el presente, aunque entendiendo Billion Dollar Brain como una peculiar película de espías, la impresión es satisfactoria. Tiene momentos de lucidez, y por contra escenas poco logradas, como la del hundimiento del ejército blanco de Midwinter en el hielo, que resulta en exceso aparatosa. Lo cierto es que el film de Russell posee ciertos atisbos pop que lo facultan como un tesoro del pasado, digno de contemplarse con la comprensión hacia los efectos del apolillamiento estético.
Pequeño papel para un principiante Donald Sutherland.
Sin duda es una película de espías sin más fondo que lo visible, aunque con suficientes cimientos como para concederle un meritorio aprobado.
BILLION DOLLAR BRAIN (1967). Director : Ken Russell. Guión : John McGrath, basado en una novela de Len Deighton. Música : Richard Rodney Bennett. Montaje : Alan Osbiston. Fotografía : Billy Williams. Producción : Harry Saltzman. Intérpretes : Michael Caine, Karl Malden, Françoise Dorléac, Ed Begley, Oskar Homolka, Guy Doleman, Milo Sperber, Iza Teller y Donald Sutherland. 111´Color. UK. Lowndes Productions Limited-Jovera SA.
Fotografía : el detective Harry Palmer, hombre de corn flakes y pistola en ristre, (Michael Caine).
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