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lunes, 1 de febrero de 2010

SERGEANT RUTLEDGE.


Sergeant Rutledge es una de las obras menos valoradas de John Ford, y no por ello una de las más brillantes. La controversia surgida en el instante de su estreno, al tocar a fondo el tema del racismo de la raza blanca frente a la afroamericana; provocó tal vez cierta lejanía del público frente al mensaje del gran John Ford. Hay quienes basándose en este elemento han preferido omitir siempre Sergeant Rutledge en una lista ideal de obras maestras del gran cineasta de Maine.
Personalmente veo en Sergeant Rutledge todos los elementos brillantes de la personalidad creativa habitual de su director. Momentos de una aplastante épica, (basados en el atractivo heróico del Sargento Braxton Rutledge, un ex-esclavo convertido en militar genialmente dibujado por el actor californiano Woody Strode) sugeridos, por ejemplo; en la escena junto al río, cuando Rutledge, perseguido por los suyos y tras presenciar el asesinato a manos de los apaches del padre de Mary Beecher (Constance Towers), opta por avisarles de una emboscada en lugar de huir.
Escenas de enorme plasticidad paisajística, engrandecidas con los decorados naturales de Monument Valley y Mexican Hat, iconos dorados del cine de Ford. Momentos de refrescante comedia, contrapunto de la tensión que genera el consejo de guerra contra Rutledge, utilizando Ford la presencia de dos peones, la gran actriz Billie Burke (Cordelia, esposa del juez Otis Fosgate-Willis Bouchey-, cuya actitud y comentarios provocan la chanza de todos los presentes) y Judson Pratt (el oficial de mesa Mulqueen, que durante el juicio desafía con cómicos recursos una y otra vez al picajoso Fosgate). Instantes de romanticismo y melancolía, dirigidos por la senda que marca la relación amorosa incompleta entre Mary Beecher y el letrado de la defensa Tom Cantrell (correoso trabajo del actor Jeffrey Hunter) y por los comentarios que Mary realiza sobre sus padres y las salvajes tierras de Arizona.
Sergeant Rutledge marca con exquista precisión el cine de Ford, dando cuenta de una narrativa, que amparada por un más que correcto ejercicio de flashback; resulta brillante y muy bien organizada. A ese elogiable diseño colabora el apagón que Ford utiliza en escena cada vez que uno de los testigos de cargo echa mano de su memoria para narrar los hechos acaecidos en el pasado, iluminando el director el rostro de los declarantes en contraposición a la oscuridad general.
Ford nos habla de soldados de caballería plenos de valor, soldados ejemplares; de miradas perdidas y convergentes cuando surgen los sentimientos desde el corazón, de esposas de oficiales obligadas a vivir en lugares alejados de la civilización con tal de servir a su pais, de apaches salvajes rebelados contra el yugo del hombre blanco, de unos cuantos jinetes negros del Noveno Regimiento de Caballería, que liberados de su esclavitud, tras la llegada de Lincoln a la Casa Blanca; supieron incorporarse al ejército para luchar contra los indios.
Y además Ford incluye otro elemento, el de los principios y valores fundados en un humanismo sincero, nada atiborrado de artificios estridentes. Cuando Rutledge es juzgado por su presunto crimen contra la joven Lucy Dabney (Toby Michaels) y el padre de esta, surgen las chispas entre el abogado defensor Cantrell y el fiscal Shattuck (Carleton Young), tolerante el primero, racista el segundo. En ese sentido Ford plasma en escena toda la intensidad de un juicio que Shattuck pretende plantear dirigiendo la acusación contra un hombre culpable de ser negro, y que Cantrell prefiere, lleno de firmeza; dirigir por el camino de una defensa ausente de prejuicios raciales.
Gran película de John Ford, cuyo único fallo fue no titularla Captain Buffalo, en honor a la canción que adorna los fotogramas y que, cómo bien explica Cantrell a Mary Beecher en un instante de la historia, hace mención al vestuario de los soldados negros de la caballería cuando se incorporaron a filas, cubiertos por sombreros y abrigos hechos con piel de búfalo. Sin duda un título perfecto en cuanto a épica, más grandilocuente que Sergeant Rutledge.
Obra maestra incuestionable.

SERGEANT RUTLEDGE (1960). Director : John Ford. Guión : James Warner Bellah y Willis Goldbeck, basado en una novela de James Warner Bellah. Música : Howard Jackson. Montaje : Jack Murray. Fotografía : Bert Glennon. Producción : Patrick Ford y Willis Goldbeck. Vestuario : Marjorie Best. Canción "Captain Buffalo" compuesta por Mack David y Jerry Livingston. Intérpretes : Jeffrey Hunter, Constance Towers, Billie Burke, Woody Strode, Willis Bouchey, Juano Hernandez, Carleton Young, Judson Pratt, Toby Michaels, Mae Marsh y Hank Worden. 111´Color. EE.UU. Ford Productions-Warner Bros Pictures.
Fotografía : Woody Strode, caracterizado como Braxton Rutledge, en una escena del film.

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