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miércoles, 24 de febrero de 2010

WHIRLPOOL.


Buena historia acerca de la hipnosis como vehículo aplicable a la ejecución de un asesinato, trazada por el realizador Otto Preminger, a partir de una novela del escritor newyorkino Guy Endore.
Preminger consigue las claves necesarias para construir una película de suspense sólida, bien estructurada en cuanto a hilo argumental y guión, excelente en decorados y caracterizaciones, bien interpretada y poco endomingada en cuanto a matices teóricos de psicoanálisis. Tal vez este último elemento, que pudiera parecer sólo virtud, se convierte puntualmente en defecto cuando en el desenlace final surge con cierto estrépito la figura de la auto hipnosis, que el personaje angelical y bien dramatizado de Ann Sutton (buen trabajo de Gene Tierney) utiliza para recordar los detalles principales de su comportamiento involuntario.
La idea literaria es muy cinematográfica, y Preminger no desaprovecha metraje, logrando un film tenso, repleto de dramatismo, pero también; y en mayor medida, de métrica suspensiva.
José Ferrer, dando forma al maquiavélico psicoanalista hipnotizador David Korvo, logra uno de los mejores trabajos de su carrera artística, desarrollando con naturalidad un rol pérfido, pero al mismo tiempo profundamente humano, alejado de criterios mágicos que hubieran dañado al personaje. Korvo es un golfo y como tal aplica a su capacidad profesional las malas artes propias de un ser humano reñido con la ética, maltratador y maltratado, perdedor en un teatro en donde la formas ocultan un fondo virulento.
Del engaño, de la estafa de Korvo; surge toda la carga noir de la historia, ya que el resto de personajes, la adorable y confusa Ann Sutton, su marido, el bondadoso doctor y esposo, (correcto Richard Conte) y el policía James Colton (excelente Charles Bickford), sirven para suavizar la línea más abrasiva de la historia, con comportamientos más mundanos y racionales.
Bellos primeros planos de Gene Tierney, hábilmente manejados por Preminger, que utiliza la expresividad facial de la actriz newyorkina para incrementar el corte dramático de la historia.
Brillante y efectista.

WHIRLPOOL (1949). Director : Otto Preminger. Guión : Ben Hecht y Andrew Solt. Música : David Raksin. Montaje : Louis R.Loeffler. Fotografía : Arthur C.Miller. Producción : Otto Preminger. Decorados : Thomas Little y Walter M.Scott. Dirección artística : Leland Fuller y Lyle R.Wheeler. Vestuario : Charles Le Maire. Intérpretes : Gene Tierney, José Ferrer, Richard Conte, Charles Bickford, Barbara O´Neil, Eduard Franz y Fortunio Bonanova. 98´ Blanco y Negro. EE.UU. 20th Century Fox.
Fotografía : primer plano expresivo de Ann Sutton (Gene Tierney), una mujer dominada por el poder de la hipnosis.

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