Vistas de página en el último mes

viernes, 8 de mayo de 2009

BLOODY SUNDAY.


El 30 de Enero de 1972 un grupo de defensores de los derechos civiles para Irlanda del Norte recorrió a pie la distancia que separa el barrio católico de Derry del centro de la población, intentando alcanzar el ayuntamiento. Sin embargo, el ejército inglés les salió al paso prohibiendo la manifestación, anunciada como pacífica por sus promotores. El jefe del grupo, un parlamentario protestante llamado Ivan Cooper, tuvo que asistir atónito, primero a las afrentas e insultos del Ira, grupo terrorista irlandés que asistía al acto en calidad de observador; después a las violentas acciones de una brigada paracaidista enviada al lugar por el gobierno británico para responder a los recientes atentados cometidos por aquellos. Los intentos de Cooper por hacer triunfar el diálogo frente a la violencia caen en saco roto cuando tras los disparos de fuego real provenientes de los soldados ingleses, se encuentra frenta a trece cadáveres tendidos sobre el asfalto de la calle.
Esta trágica jornada en la historia de Irlanda del Norte es conocida como Domingo Sangriento (Bloody Sunday).
El realizador inglés Paul Greengrass quiso prender de nuestra memoria la llama del recuerdo, escribiendo el guión y dirigiendo la dramática Bloody Sunday, película narrada con estética de documental, que recrea los hechos con una visión imparcial, mostrando con idéntica fobia el absolutismo militar de los ingleses y la prepotencia de los guerrilleros norirlandeses. A mi juicio, lo consigue.
El actor James Nesbitt, nacido en Coleraine, localidad norirlandesa, encarna a Cooper mostrando su lado público como líder político y el más estrictamente privado, encauzado en el drama personal de estar enamorado de una católica, siendo él protestante. Frances (Kathy Kiera Clarke) le apoya en su lucha por conseguir una Irlanda del Norte, en donde se pueda pasear tranquilamente por la calle sin miedo a represalias.
Son igualmente destacables las actuaciones de Gerard McSorley, actor también norirlandés que encarna al jefe de policia Lagan, defensor del diálogo y de la buena fe en las intenciones de los manifestantes; James Hewitt caracterizado como el alto mando militar Tugwell, presionado por sus superiores llegados desde Londres para reventar el acto y Mary Moulds que encarna a la histórica Bernardette Devlin.
La película fue premiada en el Festival de cine de Berlín, y posee una calidad evidente, amparada por el boceto que Greengrass sugiere, esqueleto cubierto por una notable capa de realismo. Es admirable la ausencia de parafernalia victimista, algo que suele abundar en este tipo de películas.
La rueda de prensa de Cooper, tras la masacre, pone el triste aunque brillante broche final a la historia. En ella el lider protestante lanza el pañuelo a Londres, afirmando que la matanza supone un claro triunfo para el Ira y un vil ejemplo de terrorismo de estado. El lider pacifista admite que su lucha ha fracasado, por desgracia para la concordia.
Inteligente en su sencillez.

BLOODY SUNDAY (2002). Dirección y guión: Peter Greengrass. Música: Dominic Muldowney. Fotografía : Ivan Strasburg. Montaje : Clare Douglas. Intérpretes : James Nesbitt, Allan Gildea, James Hewitt, Gerard McSorley, Mary Moulds, Kathy Kiera Clarke, Nicholas Farrell y Declan Duddy. 107´Color. Irlanda-UK. Granada TV-Bord Scannan Na HEireann-Hell´s Kitchen Films-Portman E.Group.
Fotografía : Ivan Cooper (James Nesbitt) sólo ante el peligro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario