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viernes, 5 de junio de 2009

FRANTIC.


Richard Walker (Harrison Ford), prestigioso médico nortamericano viaja hasta París en compañía de su esposa Sondra (Betty Buckley) con dos ideas en la cabeza : dar una charla magistral en un congreso de cirugía y rememorar su viaje de novios. Para sopresa del galeno, pocos instantes después de su llegada al hotel, su esposa desaparece de la habitación mientras él se afeita después de gozar de una reparadora ducha. Al principio piensa que su mujer ha bajado a recepción, pero según transcurren las horas, descubre que ha sido secuestrada por un desconocido grupo de árabes. Una explosiva joven francesa llamada Michelle (Emmanuelle Seigner), involucrada en la historia por haber servido de correo internacional a islámicos intereses portando en su maleta de viaje un detonador nuclear con aspecto de artilugio eléctrico intrascendente; ayudará al desconcertado Walker en sus desvelos por dar con el paradero de su esposa. La confusión de maletas genera el error de identidades y aunque la gendarmería, alertada por la seguridad del hotel; cree en una aventura romántica extramarital de la señora Walker, finalmente intuirá que tras la desaparición se esconde una trama de mayor empaque.
Frantic es una película con visera de thriller suspensivo, en donde se mezclan la sensualidad desbordante de la Seigner con el arrojo prototipo de un hombre acorralado por las circunstancias, en una ciudad cuyo idioma desconoce y la que todo el mundo le toma por lo que no es : un esposo engañado y un intelectual cobarde e incapaz de lidiar con la violencia. El laberíntico enredo y la firmeza de Ford con su interpretación hacen de esta película un relato apabullante, escenificado con un ritmo vertiginoso, gracias al que el espectador se siente conmovido por la peripecia del doctor.
La categoría de director que esgrime Roman Polanski emerge en cada secuencia, dejándose notar de un modo categórico en la parte final, cuando Walker y Michelle acuden al intercambio bajo un puente en la rivera del Sena. Seigner, esposa en la vida real de Polanski, se emplea a fondo, demostrando que detrás de una lindeza femenina se esconde una notable intérprete. Sus carreras por las calles parisinas, calzada con zapatos de tacón son excusa indudable para convertir a la atolondrada e insustancial Michelle en un ingrediente explosivo para el devenir de la trama.
Es destacable también la acertada interpretación que de la canción del platense Astor Piazzolla "I´ve Seen That Face Before-Libertango", realiza Grace Jones, decorando la película con un afrancesado efecto musical.
Siempre se dijo que Polanski posee innegables influencias del cine de Hitchcock, y es evidente que en Frentic se delatan retazos de Torn Curtain y North by Northwest, con visibles paralelismos entre Walker (Ford) y Armstrong (Newman) ó Thornhill (Grant).
Lo que salva a Polanski de otros copiones del maestro del suspense es una gran dosis de criterio personal, más allá del recurrente y poco original plagio escénico que inunda otras películas que se terminan vendiendo como homenajes a Hitchcock.
Interesante, como casi todas las obras del realizador franco-polaco.

FRANTIC (1988). Director : Roman Polanski. Guión : Gerard Brach y Roman Polanski. Música : Ennio Morricone. Fotografía : Witold Sobocinski. Montaje : Sam O´Steen. Vestuario : Anthony Powell. Producción : Tim Hampton y Thom Mount. Intérpretes : Harrison Ford, Emmanuelle Seigner, Betty Buckley, Dominique Virton, Gerard Klein, Dominique Pinon y John Mahoney. 120´Color. Francia-EE.UU. Warner Bros Pictures-The Mount Company.
Fotografía : El Doctor Walker (Ford) y la sensual Michelle (Seigner) escapan por los tejados de París.

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