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lunes, 27 de julio de 2009

LEGENDS OF THE FALL.


El novelista Jim Harrison escribió Legends Of The Fall a borbotones, sin pausa; durante un fin de semana. El resultado fue una historia que Susan Shilliday y William D.Wittliff tomaron como base de operaciones para esculpir un guión de mérito, repleto de romanticismo y trasladado al espectador en una ágil narración encauzada a modo de flashback a cargo del personaje de One Tab (encarnado por el actor Gordon Tootoosis), el indio coleccionista de cabelleras que vive con la familia Ludlow en el rancho de las canadienses Montañas Rocosas. La película, adornada con una apacible banda sonora responsabilidad de James Horner; posee el encanto de las legendarias sagas familiares, girando alrededor de la controvertida figura de su principal protagonista, el enigmático y rebelde Tristan Ludlow, (Brad Pitt). El actor de Oklahoma plantea un personaje lleno de vida interior, seducido por la naturaleza, hermético y proceloso.
La trama empieza con un militar norteamericano retirado y comprometido con la causa india, William Ludlow (Anthony Hopkins), que decide pasar el resto de su vida en un rancho apartado de la civilización, después de presenciar los horrores de la guerra entre blancos e indígenas. Junto a su esposa y los tres hijos varones de ambos, empieza una vida, sólo alterada por los gélidos inviernos de las montañas. Los cuatro hombres se quedan solos, cuando la madre decide mudarse a la ciudad, cansada de la dureza climática y de una vida apartada de la civilización. Este primer ingrediente, subrayado por el realizador del film, Edward Zwick; marca el futuro de los hombres de la familia Ludlow, que denotan una clara ausencia de influencia femenina en sus vidas. Por eso, cuando el benjamín de la dinastía, Samuel (Henry Thomas) viaja al lado de su madre para estudiar, y regresa años más tarde en compañía de una bella y educada joven de buena familia, Susannah Fincannon (Julia Ormond); todos se vuelcan en acoger a la muchacha, embelesados por sus maneras urbanas y refinadas. Será la guapa prometida de Samuel quién cree los primeros motivos de competencia y discordia entre los Ludlow, máxime cuando Samuel fallece en el campo de batalla, en los brazos de su hermano Tristan, tragedia que marca otro punto de inflexión en el relato.
El regreso a casa de los dos hermanos supervivientes coincide con una imparable atracción entre Tristan y Susannah, cuyas bases empezaron a cimentarse antes del óbito de Samuel. El otro hermano, Alfred (Aidan Quinn), enamorado de la joven, iniciará una carrera política, contraviniendo la férrea voluntad paterna, y forjando un desencuentro familiar de varios años, durante los cuáles la acción exhibe la huida de Tristan, atormentado por la muerte de su hermano pequeño, el matrimonio de Alfred y Susannah y la embolia cerebral que deja al patriarca Ludlow postrado e incapaz de articular palabra.
Legends Of The Fall es una película redonda, que encierra una serie de valores, que se muestran con claridad no sólo desde un punto de vista agradable, sino también desde el dramatismo inherente a la especie humana. La felicidad no perdura para siempre y los hombres tendemos a administrar esos cordiales instantes de nuestras vidas, sin caer en el error de descuidar los flancos, estando siempre preparados para afrontar la adversidad. Los lazos de sangre son eternos, y la familia es siempre el cimiento de nuestra rutina. Esta gran película, fotografiada con esmero por el operador John Toll, pone de manifiesto, que todos tenemos un destino y que comienza a redactarse desde nuestra llegada al mundo amparado por las circunstancias que nos rodean, algunas buenas, otras nefastas. La vida de Tristan, alterada por el ataque de un oso cuando no era más que un niño; está marcada por el hecho de ver morir a todos los que le aman, y sin embargo lejos de presentar un carácter complejo por ser abyecto, magnifica la idea del superviviente con mala suerte. La convivencia con la cruda naturaleza y su educación en manos de un indio, erigen un Tristan intenso, tosco en las formas pero repleto de elevadas dosis de sensibilidad. Porque, como se dice vulgarmente, Tristan es una de esas personas nacidas para servir de paños de lágrimas de los demás. Y derramar las suyas en privado, sin ser visto más que por los ojos del espectador del film.
Puede que lo más flojo de la historia sea el personaje que recrea la actriz inglesa Julia Ormond, que por momentos resulta frágil en cuanto a rigor expresivo. En cualquier caso, su primera aparición, bajando del tren que le conduce hasta la dura convivencia con cuatro hombres, es una loa a la belleza femenina.
El elemento mágico de Legends Of The Fall, basado en ritos indios que nos hablan de la relación natural entre hombres y animales, concede a la trama un baño de calidez y ruptura de fronteras interraciales, acercándonos de forma rotunda a la desconocida y casi siempre infravalorada cultura de los primeros pobladores del Norte de América.
Ganadora del Oscar a la mejor fotografía en la edición de 1995.
Y al final, pocos habrá que no derramen alguna lágrima.
Magnífica.

LEGENDS OF THE FALL (1994). Director : Edward Zwick. Guión : Susan Shilliday y William D.Wittliff, basado en una novela de Jim Harrison. Música : James Horner. Fotografía : John Toll. Montaje : Steven Rosenblum. Dirección artística : Rick Roberts y Andrew Precht. Vestuario : Deborah Lynn Scott. 133´Color. EE.UU. Bedford Falls Productions-Pangaea-TriStar Pictures.
Fotografía : Tristan Ludlow (Brad Pitt), el héroe solitario.

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