Vistas de página en el último mes

martes, 9 de junio de 2009

THE MAGNIFICENT AMBERSONS.


El escritor norteamericano Booth Tarkington escribió varias novelas que fueron llevadas al cine con especial éxito. Beau Brummel, Magnolia y The Magnificent Ambersons son, a buen seguro, sus tres narraciones más reconocidas.
The Magnificent Ambersons escrita en 1918 y galardonada con el Premio Pulitzer, pertenece a la trilogía Growth, terminada en 1927.
La historia de la familia Amberson tuvo su particular instante de gloria cuando Orson Welles decidió plasmarla en imágenes, a través de un guión escrito por él mismo. El cine de Welles, brillante y categórico como pocos, nunca pecó de estiramientos indebidos. El director de Wisconsin tenía la virtud de la concisión, plasmando con intensidad y corto espacio, lo que otros realizaban con la ayuda obligada de más planos y fotogramas. De hecho The Magnificent Ambersons es un drama familiar que puede recordar a otros ejemplos cinematográficos, que por regla general se rodeaban de ampulosidad decorativa, incidiéndo en detalles nimios y alargando los brazos de un romanticismo empalagoso, hasta convertir la trama en un folletín aparente. Lo que Welles plantea en su película, lo traslada al espectador con la maestría habitual de la que hacía gala, intercalando planos repletos de expresividad, dando cuenta de la personalidad de cada miembro de la familia protagonista de un modo comprometido, exprimiendo sus bondades y defectos sin dejar espacio para la indefinición. Y lo hace en ochenta y ocho minutos (aunque exista también una versión de esas que se bautizan como director´s cut, que prolonga la trama hasta ciento treinta minutos).
La historia comienza cuando el joven inventor Eugene Morgan (Joseph Cotten) intenta contraer matrimonio con la rica y guapa heredera de la familia Amberson, Isabel (Dolores Costello), profesándose ambos un sincero amor. Sin embargo un incidente provocado por el indomable carácter de Eugene, motiva que la joven termine casándose con Wilbur Minafer (Don Dillaway), importante hombre de negocios de aspecto menos apuesto que Eugene, lo que provoca que la gente murmure sobre la sinceridad de la relación. ("Ella no quiere a su marido, seguro que le dará varios hijos y todos ellos serán mal educados, porque Isabel volcará todo su cariño con ellos, ya que hacia su esposo no siente más que aprecio", aventura una comadre en una escena de la película). Cómo cuenta la voz del narrador, el propio Welles, la chismosa sólo se equivoca en el número de retoños, ya que la pareja sólo asiste a un alumbramiento, el de George (Tim Holt), un niño que a medida que crece, demuestra un comportamiento insolente y altanero. Tras años de ausencia y cuando George se ha convertido en un joven galán, Eugene regresa a la trama, viudo y acompañado de su única hija, la jovial Lucy (Anne Baxter). El inventor ha logrado dar con la clave de la fabricación de un vehículo a motor y solicita fondos para avanzar más en la idea. Lucy y George comienzan una relación sentimental, asistiendo al mismo tiempo a un renovado episodio de amor entre sus padres, lo cuál resulta ser una amenaza para Minafer, que atormentado por sus malas inversiones financieras, muere. La tía de George, Fanny (Agnes Moorehead), que en otro tiempo amó en secreto a Eugene sin ser correspondida, inicia por celos y valiéndose de la inocencia rebelde de su sobrino, una campaña difamatoria contra Eugene e Isabel. La acción prosigue, motivando un desenlace con vocación de moraleja.
Deslumbrantes los actores Tim Holt, Dolores Costello y Agnes Moorehead, así como la puntualmente adecuada música de Bernard Herrmann y Roy Webb y el ejercicio fotográfico de Stanley Cortez, que contó con la ayuda fuera de créditos de Nicholas Musuraca, Russell Metty y el propio Welles.
La firma de Welles se deja ver en secuencias como la del reflejo en la ventana del rostro de George que observa cómo se aleja Eugene por el sendero de la mansión de los Amberson, después de que él mismo le haya expulsado de la casa. Welles usaba los primeros planos de un modo muy personal, lanzándolos siempre en momentos puntuales, obviando mohínes y remilgos en el semblante de los actores, pero dando a entender ideas que debían ser cazadas al vuelo por el espectador. Porque su cine, como el de otros grandes maestros, sugería por encima de cualquier otro verbo.
Estamos ante una obra innovadora, con un original final en el que se hace una presentación pormenorizada de actores, guionista, autor de la novela en la que se basa la película, responsables de sonido y efectos especiales, fotógrafo y cómo no, del propio Welles, escondido tras un micrófono aéreo, que pone fin a la proyección volando hacia el horizonte, rodeado de una simbólica nebulosa. Nominada sin premio en cuatro categorías de los Oscar de Hollywood de 1943. Moralizante, concreta, dramática y social, The Magnificent Ambersons es un ejercicio inmenso de cine, difícil de olvidar.

THE MAGNIFICENT AMBERSONS (1942). Dirección y guión : Orson Welles, basado en una novela de Booth Tarkington. Música : Bernard Herrmann y Roy Webb. Montaje : Robert Wise, Mark Robson y Jack Moss. Fotografía : Stanley Cortez y Orson Welles. Producción : Orson Welles. Efectos especiales : Vernon L.Walker. Intérpretes : Joseph Cotten, Dolores Costello, Anne Baxter, Tim Holt, Agnes Moorehead, Ray Collins, Richard Bennett y Don Dillaway. 88´Blanco y Negro. EE.UU. Rko Radio Pictures-Mercury Productions.
Fotografía : Dolores Costello y Tim Holt, madre e hijo en un drama con la impronta personal del gran Welles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario